Conmoción en el Opus Dei tras la muerte de cuatro mujeres de la prelatura, tres agregadas y una numeraria. Sucedió en la mañana de este 25 de julio en México, recién concluida su estancia en la casa de retiros "Los Pinos".
Las fallecidas, Carla Angulo, de Culiacán; Soco Solorzano, de Guadalajara; Lydia García, de la Ciudad de México y Mariana Vela, de Monterrey, estaban de camino a Saltillo, en Coahuila, cuando el vehículo se accidentó en la carretera Matehuala-Saltillo, a la altura del kilómetro 226, entre el entronque con la carretera a San Antonio de las Alazanas y Los Lirios.
Según informaron los medios del Opus Dei, habría una superviviente, Loretta Limón, de Chihuahua, que se encuentra en estado grave.
Carla Angulo era investigadora en el área de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa y acababa de concluir una maestría en Bioética. "Siempre servicial y muy resolutiva e inteligente, aprovechó su entorno profesional para acercar a sus muchos amigos y colegas a Dios, con su ejemplo y su corazón grande. Fue una verdadera apasionada de la Bioquímica, de su trabajo en el laboratorio y de la labor docente", rememora el portal del Opus Dei.
De Socorro Solorzano, también agregada, destacan su profesionalidad y pasión por su labor universitaria, trabajando como secretaria académica de la Escuela de Comunicación en la Universidad Panamericana, del campus de Guadalajara. "Su carácter destacaba por su calidez para acoger a las personas que la buscaban, y por su modo de ser, agradable y sencillo.
Consultora en temas de Comunicación Institucional, Desarrollo Humano, Educación Familiar y Bioética, siempre tuvo una profunda convicción de que podía transformar el mundo a través de su trabajo profesional y su amistad con los que la rodeaban", se detalla.
Lydia García trabajaba en la biblioteca de la Universidad Panamericana, en el campus México. "Con una gran inquietud profesional y una auténtica pasión por la Historia, estudió Bibliotecología en la Universidad Autónoma de México. Su ilusión por crecer profesionalmente siempre estuvo motivada por ayudar a los demás. Con su sonrisa imborrable, acogía a cualquier persona que se acercaba a ella con auténtico interés. En los últimos meses había comenzado a especializarse en la Organización y Conservación de Archivos Históricos, impulsada por su ilusión de adentrarse y profundizar en la historia del Opus Dei", refleja el portal del Opus Dei.
En el caso de Mariana Vela, numeraria, se la describe como una mujer que se distinguía por su alegría, y por siempre hacer reír a los demás con sus buenos consejos, chistes, anécdotas divertidas. Le encantaba jugar frontón y pádel, y se reía de ella misma porque quería siempre dejar todo el corazón en la cancha. Acababa de terminar un curso de autoconocimiento y proyección profesional, con mucha ilusión por seguir desarrollando su proyecto de vida. Era muy buena para hacer hogar, cuidando cada detalle de la casa con auténtico cariño. En los últimos meses si le preguntabas cómo estaba, decía: "Muy bien, estoy feliz".
"Aceptando filialmente la voluntad divina en estos momentos de profundo dolor y tristeza nos unimos a la oración de muchas personas de la Obra y amigos por el eterno descanso de todas las involucradas y por el pronto consuelo de sus familias, a quienes enviamos un sentido pésame. Que nuestras oraciones sean un apoyo para las familias en duelo y una luz de esperanza para Loretta en su recuperación", agrega el portal.