El número de muertos en las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro ya se estima en un centenar de personas. El episcopado venezolano invitó a no dejarse robar la esperanza, en el marco de la jornada de oración y ayuno por Venezuela que se realizó ayer viernes para pedir paz, libertad y justicia. Tal y como informa la agencia de noticia AICA, “estamos al lado del pueblo y con el pueblo oramos a Dios pidiendo por la paz¨, expresó monseñor Mario Del Valle Moronta Rodríguez, obispo de San Cristóbal y segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV).
 
Convocada por la Conferencia Episcopal Venezolana, se vivió ayer una jornada de oración y ayuno por Venezuela, para pedir por la libertad, la justicia y la paz en el país. Este jueves, dos personas fallecieron durante las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro en Carabobo, otra en Miranda y una más en Aragua por un infarto, luego que le arrojaran una bomba lacrimógena dentro de su casa.
 
El episcopado venezolano invitó a no dejarse robar la esperanza que hace posible -con la ayuda de Dios- lo que parece imposible. Pidió también comunicar la esperanza y “ser protagonistas de este momento histórico y del futuro del país”, en que la Iglesia cumple un papel importante a través de la oración, la mediación, el diálogo entre el oficialismo y la oposición, y la acción caritativa
 
“Pedimos a Dios siga protegiendo a este pueblo y que la maternal protección de María de Coromoto nos aliente a seguir edificando la paz y la convivencia fraterna", animaron los obispos venezolanos.
 

Estamos al lado del pueblo y con el pueblo oramos a Dios pidiendo por la paz, la concordia y la reconciliación en nuestro país”, dijo monseñor Mario Del Valle en una entrevista de Radio Vaticana. El obispo explicó que la jornada de oración y ayuno convocada por el episcopado “es una iniciativa a nivel nacional donde insistimos, en medio de la crisis que nuestro país está viviendo y que golpea mucho a la gente, dijo el Obispo, que la oración no debe estar en segundo lugar”. “Por eso, los obispos de Venezuela queremos que este 21 de julio sea una jornada intensa de ayuno y oración en todo el país”, expresó.
 
El prelado detalló que el fin de la convocatoria es “pedir a Dios por nuestras necesidades y por nuestras autoridades”. “Queremos pedir por la paz, la reconciliación y para que el Señor siga iluminando a quienes tienen que tomar decisiones en el campo de la dirigencia política para solucionar esta situación, superar estas dificultades y problemas que existen”, continuó, y agregó: “Pero, también, para que todos nosotros nos sintamos involucrados en el quehacer de nuestra sociedad”.
 
“Le pedimos a Dios -que siempre ha estado al lado de su pueblo- que nos ayude con la luz de su sabiduría, escuche nuestras plegarias y toque los corazones de aquellos que tiene que buscar las soluciones en beneficio del pueblo”.
 
Finalmente, monseñor del Valle agradeció a todos aquellos que están ayudando material y espiritualmente al pueblo venezolano. “Gracias por su fraternidad y por apoyar a nuestros compatriotas que están emigrando a diversos países ante esta grave crisis”, concluyó.
 

 


 
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