Las Damas de Blanco, uno de los más visibles y activos grupos de activistas pro-democracia en Cuba, a menudo intentan acudir a misa como grupo y se ven interceptadas e incluso detenidas por las autoridades del régimes castrista. Ahora han sido anfitrionas en su sede de una misa de alta carga simbólica y moral, un gesto "muy importante", según la líder del grupo, Berta Soler. 

Los sacerdotes Cástor Álvarez, de Camagüey, y José Conrado, de Santiago de Cuba, fueron los celebrantes.

En constantes ocasiones, las Damas de Blanco han denunciado que agentes del gobierno les impiden salir de sus casas los domingos o las detienen en las calles para que no puedan asistir a la Misa, en especial la que se celebra en la iglesia de Santa Rita, en La Habana.


Soler, en declaraciones que recoge Diario de Cuba, dijo que “para nosotras fueron muy impactantes las palabras textuales de José Conrado cuando defendió: 'ustedes tienen el derecho a escuchar la palabra de Dios. Cuando la Policía les impide llegar a la iglesia cada domingo están restringiendo la libertad religiosa dada por Dios y no por ningún gobierno'".

La opositora indicó que “ya desde el miércoles pasado (los sacerdotes) nos habían avisado que iban a venir a oficiarnos una Misa, pero lo manejamos con mucha discreción para que no se nos privara de poder recibir la Palabra de Cristo y participar en una de estas ceremonias después de tanto tiempo sin hacerlo”.



"Estuvieron presentes 27 personas en total, 16 Damas de Blanco y 11 activistas, entre ellos tres hombres recién liberados: Augusto Guerra, del Movimiento Opositores por una Nueva República; y Yosvanis Martínez Lemus e Ismael Boris Reñí, de la UNPACU", añadió. Además estuvieron las damas de blanco recién liberadas Lysmeris Quintana y Aimara Nieto Muñoz.


Según Soler, durante la Misa "también escuchamos palabras de aliento como 'nosotros hemos venido aquí esta tarde para recordarles que ustedes tienen el derecho a ser hombres y mujeres libres'". "Ha sido un gesto muy importante, ya que la Iglesia Católica no desconoce lo que sucede", añadió.

"Sabe que se nos impide, no solo llegar a la iglesia de Santa Rita de Casia el domingo, sino que se nos impide llegar cualquier otro día a cualquier otra iglesia de la isla", denunció.

"Estamos muy contentas porque sabemos que la Iglesia conoce lo que estamos sufriendo. Los párrocos reconocieron el objetivo por el que fue creado nuestro movimiento, que es el de luchar por la libertad de los presos políticos y una Cuba libre mediante vías pacíficas", señaló Berta Soler.