El cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, asumió la representación de los obispos venezolanos para exigir al gobierno de Nicolás Madrudo "que recapacite, que deponga esa actitud de querer implantar en Venezuela un sistema totalitario marxista y ahora también militar, militarista; y por supuesto, que desista de estar utilizando recursos legales para desmantelar el Estado. Todo eso es reprochable e intolerable y no es el camino que desea la mayoría del pueblo venezolano”.
El purpurado hizo estas declaraciones al término de la misa que presidió en la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, de Caracas, con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, y en el marco del 98º aniversario de fallecimiento del Venerable José Gregorio Hernández, un médico venezolano que espera por un milagro para su beatificación.
El cardenal Urosa aunque habló en nombre propio, dijo que el sentir de sus palabras es el mismo de la conferencia episcopal venezolana, cuya comunión y sintonía con el Papa Francisco fue ratificada en reciente visita al Vaticano.
En este contexto, el arzobispo de Caracas se refirió la situación del país, catalogándola de “sumamente grave”: “Se podría hablar de una guerra del Gobierno contra el pueblo”, dijo, y rechazó la represión tanto por los cuerpos de seguridad del Estado como por grupos paramilitares en contra de los manifestantes, que llevan tres meses mostrando en la calle de forma continuada su rechazo a la dictadura y al creciente desabastecimiento de la población de alimentos y medicinas.
“Esas bandas armadas y cuerpos de seguridad del Estado, han causado muertes de una manera verdaderamente criminal, como por ejemplo, disparar armas de fuego directamente a la cabeza o disparar perdigones a corta distancia o las bombas lacrimógenas para causar daños mortales”, denunció Urosa.
“No se puede llamar de otra manera a esa represión cruel que se ha desatado, inclusive con asedio a conjuntos de viviendas, ingreso forzado a esos lugares, ataque a las personas en sus casas sin órdenes de allanamiento. Sobre todo el asesinato de más de 70 personas, lo cual es totalmente condenable y lo rechazamos de todo corazón”, añadió, según recoge AICA.
El cardenal Urosa envió asimismo un mensaje a las familias que han perdido a sus hijos, mayormente jóvenes, en las manifestaciones, expresando su solidaridad, su pésame y cercanía: “Las invito a no dejarse llevar por el rencor ni por el odio, sino más bien pedirle a Dios esperanza y consuelo porque Jesucristo nos llama a participar para siempre de la vida eterna”.