El pasado 1 de junio la junta médica del Vaticano reconoció que, científicamente, no se puede explicar la curación en 2002 del bebé Ángel Ramón, que pasó 20 minutos sin signos vitales, pero se recuperó asombrosamente cuando se rezó a una joven carmelita con fama de santidad, llamada popularmente en Paraguay "Chiquitunga".
Corresponde ahora a la comisión teológica de la Congregación para las Causas de los Santos examinar el caso para ver si fue la oración intercesora de esta carmelita la que salvó al bebé. Después, el Papa será el encargado de evaluar y firmar el decreto que permitiría su beatificación.
María Felicia Guggiari Echeverría, conocida como “Chiquitunga”, nació el 12 de enero de 1925. Desde los 14 años se dedicó intensamente a la oración y el apostolado en la Acción Católica de Paraguay.
Tras descubrir su vocación de religiosa contemplativa, el 14 de agosto de 1955 “Chiquitunga” ingresó a los 30 años al Carmelo de Asunción, y 4 años después murió a causa de una fuerte hepatitis, el 28 de marzo de 1959.
Su proceso de beatificación se inició en 1997 y fue declarada “venerable” en 2010 por Benedicto XVI.
La curación atribuida a la intercesión de la religiosa ocurrió el año 2002, en el departamento de San Pedro, Paraguay, cuando un recién nacido, Ángel Ramón, presentó complicaciones en el parto y que estuvo veinte minutos sin signos vitales tras cortar el cordón umbilical.
Ante esta complicación la obstetra pidió la intercesión de la carmelita, y tras 20 minutos de haber sido dado por muerto el bebé recuperó sus signos vitales.
“Ni el oxígeno que le quisieron poner, ni oprimiendo su pecho, se reanimó, nada, nada, así estuvo por 20 minutos”, relató el P. Flaminio Benítez, de la Orden del Carmelo que presentó el caso en Roma.
“Ya con cinco minutos sin oxígeno en el cerebro queda con secuelas, hoy 15 años después el niño está normal”, sostuvo el sacerdote según señala AICA.
Respecto a la resolución de la junta médica del Vaticano, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay y Arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, pidió prudencia a la hora de llamarla “beata”.
“Hasta que el Santo Padre no promulgue aún el reconocimiento del milagro inexplicable y maravilloso nadie la llame aún beata. Esperamos un poco más”, afirmó el Prelado en un mensaje.
Por su parte, el P. Benítez, explicó que “esto ahora va a la Congregación para la Causa de los Santos y ahí los teólogos hacen una nota al Papa, presentándole los resultados de la junta médica y entonces el Papa firmará un decreto convocando la beatificación, esto sería dentro de unos meses todavía”.
Hasta la fecha, el único santo de Paraguay es el jesuita y mártir San Roque González de Santa Cruz, canonizado en 1988 por Juan Pablo II.
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