Cuatro centros de reclusión de la capital colombiana vivieron el 19 y 20 de octubre una gran experiencia de perdón gracias a la "Confesatón" que organiza la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) con la participación de más de 300 sacerdotes, según informa Gaudium press. La iniciativa llevada a cabo en el Complejo Metropolitano Penitenciario y Carcelario de Bogotá (COMEB) la "Picota", la Cárcel Modelo, la Cárcel Distrital y Reclusión de Mujeres "Buen Pastor", tiene lugar como un signo de misericordia con motivo del Año Santo convocado por el Papa Francisco.
"Es una fiesta del perdón, de la reconciliación y de la paz, donde los sacerdotes que disfrutan de un momento de esparcimiento, no escatiman el mínimo esfuerzo de ser signos de la misericordia divina", dijo el Padre Elver Rojas, a cargo del Departamento de Comunicación Social de la CEC y de esta actividad.
Unos 360 sacerdotes visitaron la cárcel durante dos días. Allí ofrecieron a los internos el sacramento de la reconciliación y la celebración Eucarística, con la oportunidad de ganar la Indulgencia Plenaria otorgada con motivo del Año Jubilar.
El Episcopado pidió a todos los bautizados unirse en oración "para que este signo de misericordia dirigido a nuestros hermanos que se hayan privados de la libertad, redunde en bendiciones y fortalezca el espíritu de quienes sirven con amor a los más pobres y necesitados".
También en la capital colombiana, se vivió una nueva jornada de confesiones -la "Confesatón"- en los centros comerciales. La iniciativa, realizada hace un año en preparación al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, se llevó a cabo en esta ocasión para extender las gracias del tiempo jubilar a más personas, a un mes de su clausura.
La primera jornada ocurrió alrededor de las 5:00 de la tarde del martes 18 con cerca de 120 sacerdotes de todo el país, quienes distribuidos en varios puntos del Centro Comercial Gran Estación, confesaron a cientos de personas.
"Es un motivo no sólo para acercarnos a Dios, sino también para reconciliarnos porque muchas veces no nos da tiempo para llegar a la Iglesia", comentó Miguel Marquina Acevedo, uno de los transeúntes, quien junto con sus hijos aprovechó la oportunidad para recibir el Sacramento de la Reconciliación.
Gladys López, quien también participó de la "Confesatón", comentó: "Uno llega totalmente convencido de que Dios le está dando la posibilidad de tener la conciencia tranquila y poder sacar aquello que se ha convertido una carga en nuestras vidas y es una oportunidad que todo el mundo debería aprovechar".