En las áreas afectadas del sureste de la isla –Jérémie y Les Cayes- el 80 por ciento de las viviendas han quedado arrasadas y se han perdido el 90 por ciento de los cultivos y ganados. Además, unas 300 escuelas resultaron afectadas.
Se trata de una de las zonas que abastecía de comida al país y que no había sido afectada por el terremoto de 2010. Las elecciones generales previstas para el 9 de octubre se aplazaron.
A medida que se acercaba el huracán, las Cáritas parroquiales y locales hicieron acopio de alimentos y materiales de primera necesidad y esos son los recursos que se han estado distribuyendo en las comunidades de forma inmediata tras el desastre. Ahora, la red Cáritas se está activando con urgencia y las primeras ayudas llegan desde la vecina República Dominicana y otros países de la zona.
“El huracán hizo más daño en el sur de Haití, pero ya comienza a reflejar sus efectos negativos en el norte y noreste; los alimentos y otras mercancías comienzan a escasear”, declaró a la agencia Efe el comerciante haitiano Calixto Pierre.
Muchos haitianos han cruzado la frontera con Repúblcia Dominicana para adquirir recursos, sobre todo alimentos, jabones, velas y gas queroseno. En buena parte del país no hay ahora acceso a la red eléctrica.
Desde Estados Unidos, Catholic Relief Services (www.crsespanol.org, CRS), la mayor red de solidaridad católica del país, ha anunciado que destinará 5 millones de dólares para Haití y otros países del Caribe afectados por el huracán Matthew. CRS ya participó en la preparación previa a la llegada del huracán en el reparto de alimentos.
Los equipos de CRS permanecieron durante la tormenta en pueblos como Les Cayes, Dame Marie y Jeremie en la península suroeste de Haití, las regiones más afectadas y han podido evaluar las necesidades tras el desastre.
Las ayudas que CRS prepara son:
- Materiales de alojamiento de emergencia – lonas, cuerdas y cobijas- y construcción de refugios temporales utilizando materiales locales que son bajos en costo y fáciles de instalar.
- Agua potable, kits de higiene, estaciones de lavado de manos para prevenir el brote de enfermedades. El área todavía se recupera de un brote de cólera en los meses posteriores al sismo.
- Dinero en efectivo para las familias para cubrir las necesidades inmediatas.
- Suministros para la vida diaria, que incluyen utensilios de cocina y baldes.
Los 5 millones de dólares anunciados para Haití, República Dominicana, Cuba y otros países afectados se incrementarán con donativos posteriores: se espera que la reconstrucción de viviendas destruidas y la restauración de campos agrícolas perdidos que lleve años.
Lotes de alimentos y materiales básicos de Cáritas y CRS usados en Haití
Un ejemplo del nivel de destrucción lo cuenta la técnico de CRS Robyn Fieser desde Roche-a-Bateau: lo que era una ciudad de 3.000 habitantes hoy cuenta con solo 17 casas en pie.
“Simplemente está devastado. Ni siquiera se puede creer que un huracán podría hacer eso. Las viviendas de la gente han desaparecido; los campos han desaparecido; las fuentes de alimentos han desaparecido. Y ahora no tienen nada de comer. La situación es realmente grave. Todos los árboles están abatidos, es como un lío retorcido de árboles muertos”, cuenta Fieser. “Y hay animales muertos flotando en pequeñas masas de agua”.
La falta de agua potable y saneamiento ahora plantea un gran riesgo para el cólera. En Puerto Piment, a unos pocos kilómetros de la costa de Roche-a-Bateau, ya ha habido informes de 60 casos de esta enfermedad. La zona sufrió un brote de la enfermedad mortal y “ahora está empezando a estallar”, dijo una enfermera a Fieser. Las autoridades haitianas calculan que el cólera ha matado a 13 personas desde el paso del huracán. "Hay enfermeras pero faltan médicos", publica una crónica de la BBC.
Cáritas Haití y sus socios internacionales abrieron más de 200 refugios contra huracanes en las zonas de riesgo y muchos se convierten ahora en espacios de reparto de paquetes de comida. En Jacmel, una de las zonas que tenía más potencial turístico y famosa por su carnaval y máscaras de colores, se reparte a los afectados comida caliente, agua y productos de higiene.
"El efecto del huracán en el sur de Haití es catastrófico", ha señalado Jean-Hervé François, director de Caritas Haití. Las comunicaciones con muchas zonas dañadas del sur se han retrasado durante días a causa de las carreteras cortadas.
También en Cuba los daños han sido importantes, sobre todo en la provincia de Guantánamo, con graves inundaciones costeras. La ciudad cubana de Baracoa es la que más ha sufrido: el 90% de sus viviendas registran daños importantes. Las panaderías y centros de preparación de alimentos han colapsado, así como el suministro de electricidad y gas.
Cáritas Diocesana de Guantánamo está evaluando los daño sobre el terreno en Baracoa y otros lugares. Es difícil llegar a localidades del Oriente cubano como como Maisí, Imías y San Antonio del Sur y analizar su situación.
Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, así como Maritza Sánchez, directora de Cáritas Cuba, han anunciado ya su intención de convocar una gran campaña en las parroquias e iglesias cubanas para ayudar a los damnificados.
Reparto de lotes de comida y enseres básicos en Haití
Cáritas Internationalis ha lanzado un llamamiento a todas las Cáritas donantes del mundo por importe de 250.000 euros para financiar en Haití las primeras operaciones de respuesta inmediata a los damnificados por el huracán “Mattew”. Cáritas Española ha adelantado ya a Cáritas Haití una partida de 50.000 euros y ha lanzado la campaña “Cáritas con Haití” para canalizar la solidaridad de los donantes españoles hacia ese país caribeño.
Teléfono de donaciones: 900.33.99.99
Cuentas bancarias:
ES85 0049 1892 6124 1329 0941
ES58 0075 0001 8206 0800 9151
El plan de respuesta inmediata que ha puesto en marcha Cáritas Haití prevé garantizar ayuda de primera necesidad en las próximas semanas –alimentos y productos de higiene—a 13.500 personas tanto en las áreas de Jamel, Nippes, Jeremie y Les Cayes, como en las zonas del oeste y del noroeste.
La prioridad de la acción de Cáritas serán las personas alojadas en refugios temporales, mujeres embarazadas, niños y adultos con discapacidad.