Desde tempranas horas del jueves opositores y simpatizantes del gobierno de Maduro salieron a las calles. Sin embargo, el grupo de críticos al régimen sobrepasaron ampliamente al de los oficialistas, sumando, según sus organizadores, más de un millón de personas.
Manifestación de "la toma de Caracas", pidiendo el revocatorio que desaloje a Maduro de la presidencia
En declaraciones difundidas por la oficina de prensa de los obispos venezolanos, Padrón señaló que “lo que ha hecho el pueblo, tanto la oposición como el oficialismo, es una manifestación libre, democrática, constitucional y pacífica de la conciencia de sus derechos civiles”.
“Hemos estado orando desde hace mucho tiempo en las diversas parroquias con jornadas de ayuno y oración para que la realización de las concentraciones de este primero de septiembre y el desarrollo de las actividades en pro de la democracia venezolana se realicen en el mayor clima de respeto y tranquilidad”, indicó.
El Presidente de la CEV denunció que “quien ha anunciado y aplicado la violencia ha sido el gobierno, con las diversas persecuciones que ha realizado a los diversos dirigentes de la oposición”.
“La otitis del gobierno se ha vuelto crónica ante el sufrimiento del pueblo, la escasez, el desabastecimiento, la carestía de la vida y la inseguridad”, lamentó.
Padrón criticó además que el gobierno impidiera el libre tránsito por el país, en un intento de evitar el éxito de la “Toma de Caracas”.
“El gobierno ha cometido un error muy grave al oponerse a la voluntad de la mayoría del pueblo. La voz del pueblo es la voz de Dios”, dijo el arzobispo venezolano.