Tras pasar 4 meses en arresto domiciliario y con poco contacto con el exterior, por fin se ha sabido algo sobre la situación judicial del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez: tendrá una audiencia previa a un juicio el 10 de enero.
El régimen de Daniel Ortega acusa al obispo, de 56 años, de "delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüenses”, precisó el Complejo Judicial Central de Managua en una nota de prensa. Hasta entonces, se le mantiene en arresto domiciliario, y se le ha asignado un defensor público.
En una foto publicada este martes por la web oficialista El 19 Digital se observa al obispo Rolando sentado en una silla del juzgado. Es la primera vez que es retratado desde que fue confinado en un domicilio en Managua. Allí ha recibido algunas visitas del cardenal Leopoldo Brenes y otros sacerdotes. Lleva arrestado allí desde 19 de agosto, lejos de su diócesis. Antes pasó 2 semanas retenido dentro de su curia en Matagalpa.
La prensa oficialista sandinista ha difundido esta foto del obispo Rolando Álvarez.
Rolando Álvarez es el primer obispo arrestado desde que Daniel Ortega retomó el poder en Nicaragua en 2007; antes ya coordinó una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y antes presidió el país de 1985 a 1990.
Contra otros sacerdotes
Junto con el prelado también fueron detenidos, en agosto, cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis del obispo Rolando. Están en la cárcel de El Chipote desde el 19 de agosto. La Fiscalía en septiembre les acusaba de "conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado".
Además, la Fiscalía ahora ha acusado al sacerdote Uriel Antonio Vallejos, párroco de Sébaco, de “prófugo de la justicia” y ha pedido a la Interpol su captura. En la fiesta de la Inmaculada, el padre Uriel emitió un mensaje de vídeo desde Costa Rica, donde acompaña a "más de un millón de nicaragüenses" en ese país, huidos del régimen de Ortega.
Muy activo en su cuenta de Twitter, el padre Uriel respondió: "Sería de mucho agradecimiento a la Interpol que capture a los delincuentes que desgobiernan Nicaragua". Y, en la fiesta de la Virgen de Guadalupe, publicó, citando al Papa Francisco: "Ella está en medio de ese pueblo americano amenazado en su identidad por un paganismo salvaje y explotador, herido por la predicación activa de un ateísmo práctico y pragmático".
Detenidos dos periodistas católicos
Además, este lunes diversas fuentes informaron de que la Policía detuvo el domingo por la noche a dos periodistas católicos que colaboran con la diócesis de Matagalpa. Se trata de Manuel Antonio Obando Cortedano, jefe de medios de la diócesis de Matagalpa y Wilberto Artola, periodista del canal digital TV Merced, de esa misma diócesis.
Obando y Artola, periodistas católicos de Matagalpa detenidos en Nicaragua, colaboradores en la prensa diocesana y con el obispo Rolando.
"Denunciamos el secuestro de Manuel Antonio Obando Cortedano y Wilberto Artola, ambos periodistas de la Diócesis de Matagalpa, en horas de la noche de ayer domingo 11 de diciembre de 2022", informó la opositora Articulación de Movimientos Sociales (AMS) en Twitter. "Desde la AMS exigimos su liberación inmediata y la de todas las personas presas políticas", agregó.
Según Monitoreo Azul y Blanco, un grupo de seguimiento de derechos humanos en el país, Obando Cortedano fue detenido al anochecer del domingo cuando regresaba a su hogar. Ese periodista solía acompañar al obispo Álvarez en sus actividades pastorales, difundía sus mensajes y desde la prensa diocesana pedía orar por la liberación del obispo y otros detenidos.
El otro periodista, Wilberto Artola, emitía por cable en canal TV Merced hasta que las autoridades lo cerraron el 27 de junio.
El obispo Rolando Álvarez y su equipo de periodistas siempre tuvieron una visión amplia del apostolado desde los medios; en 2017, antes de los conflictos políticos, el obispo subía a los autobuses, hablaba de Dios con la gente, y sus periodistas lo difundían en vídeos y redes (aquí lo contamos en ReL).
Reacciones: piden la libertad de los detenidos
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+ consideró "infame" la acusación contra el obispo Rolando, declarando su detención de cuatro meses "arbitraria e inconstitucional". Recuerda además que ha habido ataques contra el clero desde 2018 "cuando fueron golpeados y obligados al exilio, como es el caso de monseñor Silvio Báez, el padre Edwing Román y otros sacerdotes, mientras que otros religiosos han sido condenados o guardan cárcel esperando juicios con acusaciones falsas".
Esta plataforma pide "la derogación de todas las leyes represivas y la libertad de monseñor Álvarez y de las más de 235 personas presas políticas en Nicaragua".
Un año lleno de agresiones contra la Iglesia
En abril de 2018 miles de nicaragüenses salieron a la calle para protestar por unas reformas en la seguridad social. Algunos obispos y sacerdotes participaron, y los obispos se ofrecieron para mediar en el conflicto social, pero el régimen de Daniel Ortega se endureció y empezó a amenazar y acosar a los eclesiásticos que se implicaban, especialmente en Matagalpa. También prohibió procesiones populares como la de San Jerónimo, en Masaya.
Daniel Ortega ha usado palabras muy fuertes y habla, en general, de que los obispos son "golpistas" o "terroristas" mientras llena las cárceles de disidentes.
En noviembre, la investigadora Marta Patricia Molina presentó un informe sobre ataques del régimen sandinista contra la Iglesia en los últimos meses, que van aumentando. Molina dice que el régimen ve que "la Iglesia como institución es el último bastión que ha quedado en la lucha cívica en Nicaragua y la dictadura la está viendo como una amenaza, porque los sacerdotes y obispos siguen denunciando las arbitrariedades”.
Según su informe, desde el 2018 a octubre de 2022 se produjeron 396 agresiones contra la iglesia católica de Nicaragua, de las cuales 127 ocurrieron de enero a noviembre de 2022, los meses de mayor presión. La autora contabiliza desde pintadas groseras o amenazadoras en templos, a profanaciones e insultos, amenazas de muerte, ataques armados, encarcelamientos, destierro de religiosos y prohibición de actividades religiosas, entre otras.
En 2022, el régimen sandinista ha expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, ilegalizó a las Misioneras de la Caridad, de la orden de la madre Teresa de Calcuta y cerró varios medios de comunicación católicos, entre ellos el canal de televisión de la Conferencia Episcopal.
Ahora, con la detención de dos periodistas, se refuerza la sensación de que al régimen le molesta mucho que la Iglesia y los católicos puedan expresarse.
Hace pocos días, desde España, Carlos Fernando Chamorro, una de las voces del exilio y la disidencia nicaragüense, calculaba que hay diez clérigos católicos detenidos por el régimen sandinista.