por nativos porque ellos se enfrentaban a la fe pagana y sus ídolos, han sido declarados Patronos de la Niñez Mexicana.
No es un patronazgo pequeño: de los 128 millones de mexicanos, un 19% (23 millones) son menores de 15 años. (23 millones es una cifra importante, el equivalente a toda la población de países como Taiwan o Australia, o más de media España).
Los Niños Mártires de Tlaxcala se considera que son los primeros mártires laicos de América, y también los primeros mártires nacidos en el continente americano y de etnia amerindia.
Cristóbal nació en 1514 y fue asesinado en 1527. Antonio y Juan nacieron hacia 1516 (se está celebrando el V Centenario de su nacimiento) y fueron asesinados en 1529.
El obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, que pronto tomará posesión como nuevo arzobispo de Tijuana, ha difundido su paso por la Congregación para el Culto Divino, cuyo secretario, el arzobispo Arthur Roche, le entregó el decreto sobre el patronazgo de estos niños mártires.
Arthur Roche, secretario de Doctrina de la Fe, entrega el decreto que establece que los niños mártires tlaxcaltecas son Patronos de la Niñez Mexicana
El decreto original fue enviado al cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien había solicitado formalmente la declaración de patronos, para ratificar que se trató de una petición unánime de todos los obispos de México.
El Papa Juan Pablo II los declaró beatos por la vía del martirio el 6 de mayo de 1990 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, durante su segunda visita apostólica en México.
Moreno Barrón y la diócesis de Tlaxcala llevan tiempo trabajando por la canonización de estos mártires, proceso que requiere al menos un milagro por su intercesión posterior a 1990. En Roma se reunió con el postulador de la causa, Fray Giuseppe Califano, y con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano. El cardenal le reveló que la causa está "muy avanzada" y que el Papa Francisco la lleva "en su corazón" y la quiere impulsar.
Cristóbal era hijo de cacique y se había hecho cristiano. Su padre se emborrachaba mucho, y su hijo en cierta ocasión decidió romper sus bebidas y sus ídolos. El padre, enfurecido, lo tiró al suelo y lo apaleó con un leño. Después, como aún vivía, lo arrojó a una hoguera y finalmente lo apuñaló. Según las crónicas dijo a su padre antes de morir: “No pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre, y sábete que me has hecho más honra de los que vale tu señorío”. Sucedió en 1527, seis años después de la conquista de Tenochtitlán, la capital mexica. (Aunque Tlaxcala siempre había sido aliada de los españoles).
Antonio y su criado Juan eran dos adolescentes que estaban ayudando a unos frailes a encontrar y destruir ídolos domésticos. Unos indios paganos los encontraron destruyendo ídolos y los mataron a golpes. Antonio intentó salvar a su criado atribuyéndose toda la responsabilidad.
"Yo soy el que emprendí quitaros vuestros falsos dioses, porque estoy cierto de que no son verdaderos, sino unos modelos o semejanzas de Lucifer y como tales no tienen poder alguno; sino que con sus sugestiones os tienen engañados", dice la crónica. Pero eso no impidió que los mataran a ambos.
(El martirio, explicado en la web de la diócesis)
En YouTube, el obispo Moreno Barrón habla de los niños mártires y su significación