La Archidiócesis mexicana de Guadalajara cuenta con la bendición de tener uno de los seminarios con mayor número de aspirantes en todo el mundo. Y este domingo vivió un día muy especial con la ordenación de 35 nuevos sacerdotes y seis diáconos en el Santuario de los Mártires, un impresionante templo que todavía está en proceso de construcción.
Más de 8.000 personas acudieron a esta celebración en el estado de Jalisco. El arzobispo de Guadalajara, el cardenal Robles Ortega, quiso destacar la importancia de celebrar estas ordenaciones precisamente en la fiesta de Pentecostés. El purpurado indicó en su homilía que “el Espíritu Santo nos hace descubrir a Dios como un Padre. Gracias a Dios Espíritu Santo la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo es viva y eficaz en quien la escucha con humildad y con respeto".
El cardenal recalcó que precisamente a esta tercerea persona de la Santísima Trinidad “los sacramentos de la Iglesia no son ritos arcaicos que no dicen nada sino que actualizan y producen en nosotros la salvación”. Y en esta acción de gracias al Espíritu Santo, Robles Ortega indicó que “la moral no es un cúmulo de normas sino vida de seguimiento a Jesús. Gracias a Él la Iglesia alcanza los corazones y los convierte. Él actúa palpablemente en su Iglesia”.
"Marcados para toda la eternidad"
Según recoge Aciprensa, la ordenación de este domingo, dijo el Arzobispo de Guadalajara, “es prueba de que el Espíritu Santo está vivo, presente y actúa. Estos jóvenes que ya fueron unidos a Cristo por el sacramento del Bautismo y luego con la Confirmación, van a ser marcados con un sello que los identifica plenamente con Cristo, pastor, siervo, esposo y servidor de su Iglesia”.
“Estos jóvenes, por la fuerza del Espíritu Santo van a quedar marcados para toda la eternidad como elegidos para ser presencia viva de Cristo en su Iglesia”, continuó. El cardenal precisó asimismo que “Pentecostés no es un acontecimiento del pasado sino vivo, palpable y sensible, como lo estamos viviendo en esta celebración”.
De este modo, el cardenal mexicano señaló que “lo que necesita nuestra Iglesia es sacerdotes que quieran limpiar y embellecer nuestra Iglesia con su coherencia de vida, hombres dedicados entera a la misión”.
"No les será fácil"
“No les será fácil, - agregó- a nadie le es fácil el seguimiento fiel a Jesucristo, pero el Espíritu Santo que los llama y los consagra les garantiza sus dones y su gracia para que sean fieles”.
El arzobispo de Guadalajara recalcó que “todos sabemos que lo que menos necesita en este momento nuestra Iglesia es que le pongamos más manchas en su rostro. Ya tiene muchas, tanto que a muchos hermanos y hermanas les cuesta reconocerla, les da vergüenza seguir en ella, tanto que muchos se han separado de la vida de la Iglesia por este escándalo que hemos puesto en la Iglesia”.
Por eso, subrayó el Purpurado, “los queremos encomendar, por eso nuestro acompañamiento no es solo físico. Nuestro acompañamiento es espiritual, pidiéndole a Dios Espíritu Santo que los mantenga siempre fieles y entregados a la misión”.