El mes de junio puede ser decisivo en la vida de Eduardo Verástegui. Es cuando se ha oficializado que está pensando seriamente encabezar una candidatura a la presidencia de México en las elecciones de 2024.
Un claro discurso de candidato
El 8 de junio, el actor, productor y director, de 49 años, empezó difundiendo en las redes sociales un vídeo netamente programático a modo de declaración de intenciones: "Todavía nos queda una oportunidad de salvar a México y construir una opción que nos permita recuperar lo perdido y el futuro de nuestra nación. Soy un ciudadano más, igual que cada uno de ustedes. Y como la mayoría de los ciudadanos, estoy cansado de ver a los mismos de siempre decir y hacer lo mismo, siempre. El mal triunfa cuando la gente buena se queda callada: basta de indiferencia y de pasividad, Dios más uno es un ejército y somos más de uno, somos la mayoría. No perdamos la esperanza, la buena noticia es que... ¡podemos hacer algo, todos juntos! ¡Porque juntos somos más fuertes! Y con esa fortaleza podremos cambiar el rumbo de México. ¡Viva México!"
En los minutos en los que se dirigía a cámara con un discurso plenamente articulado, Verástegui presentó en un lado los políticos que cada elección hacen "los mismos discursos contando los mismos problemas y las mismas promesas de soluciones que no funcionan": un "modelo obsoleto" que no resuelve nada, pero "conservan el poder". En México hay "más corrupción, más pobreza, más violencia". Además, "quieren destruir la institución de la familia, acabar con nuestros valores y pervertir a tus hijos... destruir nuestra fe sacando a Dios de nuestros hogares, de nuestras escuelas y de nuestras vidas... quieren robarnos el alma".
La emoción de Eduardo Verástegui cuando le preguntan en 'Al rojo vivo' (Telemundo) por su posible candidatura.
Frente a ello, propone "el camino de la innovación, de la seguridad, del crecimiento": "Sueño con un México que permita a Dios ser el centro de nuestra nación", añadió, y en el que reine la seguridad y ningún mexicano se vea obligado a emigrar buscando sustento. Y formuló una apuesta por la vida, sobre todo "la vida de los bebés que se encuentran en el vientre de sus madres y corren el riesgo de ser abortados; si toda madre tuviera el vientre de cristal, ninguna abortaría".
"Todos estos sueños se pueden realizar si tomamos el camino correcto y trabajamos juntos, porque juntos somos más fuertes", concluye su potente alegato.
Gran expectativa mediática
En las semanas posteriores, numerosas cadenas de televisión llevaron a Eduardo Verástegui a sus platós para interrogarle sobre la posibilidad de su candidatura presidencial. El actor, productor y director no fue evasivo y dejó claro que lo está pensando y cuáles son sus motivos: "Hace veinte años hice un compromiso de servir. No hay que ser político para servir. Todos podemos servir desde nuestra trinchera. Sin embargo, México va mal", explicó en La mesa caliente de Telemundo.
"México no va bien, la mayoría de México exige un nuevo abordaje en la política y en el gobierno", añadió, en actitud de candidato: "Me han invitado a dar este paso. Esto es algo muy serio, lo estoy pensando, estoy rezando mucho para que Dios me ilumine, porque no es lo que yo quiera hacer, sino lo que Dios quiere que yo haga".
"Tengo que tomar esta decisión muy pronto", dijo hace apenas una semana.
"Rezad por mí"
Actualmente, Eduardo frecuenta también los medios porque se encuentra promocionando Sound of Freedom [El sonido de la libertad], la película que ha producido y en la que interviene junto a Jim Caviezel, y donde denuncian el comercio sexual de niños basándose en el caso real de Tim Ballard, un ex agente de la CIA que dejó la agencia para dedicarse a rescatar niños. Se estrena este 4 de julio.
Jim Caviezel bromea con Eduardo Verástegui diciendo que es algo insólito que un actor llegue a presidente de un país, en alusión a Ronald Reagan.
Desde su conversión, Verástegui no ha dejado de ir incrementando su perfil social y político, que comenzó con su implicación en la lucha provida, con la película Bella y otras iniciativas de apoyo a las madres en riesgo de abortar, y luego se extendió a la reivindicación de lo mexicano, y en general de lo hispano, en Estados Unidos. Durante los últimos meses de la administración de Donald Trump desempeñó el cargo de asesor en la Comisión para la Prosperidad Hispana, y abogó ante el presidente por la situación de los dreamers, menores que ingresaron ilegalmente en el país.
Posteriormente participó, junto a Mel Gibson, en la Cumbre Trasatlántica que se celebró en Hungría en 2022 por una política de valores, y son conocidas sus buenas relaciones con Santiago Abascal, con quien se ha entrevistado en los dos últimos años en México y en Madrid.
Ahora, todo este incremento de su perfil político puede traducirse en una decisión que, como él mismo repite estos días, "te cambia la vida" y que quiere sea conforme a lo que Dios quiere de él: "Si esto no viene de Ti", Le dice, "por favor cierra las puertas y no permitas que esta distracción me aleje de mi misión. Así que, por favor, rezad por mí".