Cada Pontífice tiene un estilo y un gusto particular. Por ello se necesitan manos expertas y estas son precisamente las del carpintero Agustín Parra Echauri, que desde hace 17 años ha elaborado los muebles para los dos Papas anteriores que también visitaron México: San Juan Pablo II (1999 y 2002), y Benedicto XVI en 2012.
En diálogo con ACI Prensa, Parra recordó que trabajó por primera vez en una visita papal en 1999. Su historia con los Papas comenzó cuando el entonces Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval, vio la escultura de un arcángel que él había hecho y que le gustó mucho. Lo contactó en 1998 con Mons. Justo Mullor García, el Nuncio Apostólico. Así conoció a los miembros de Secretaría de Estado y el contacto se afianzó. En 2002 volvió a ser contratado y fabricó el mobiliario para un evento muy importante para la Iglesia mexicana: la canonización de San Juan Diego en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Es una satisfacción enorme, nunca me imaginé en mi vida que iba a hacer una cosa así”, afirmó.
Con San Juan Pablo II estuvo sorprendido y cuando le pidieron hacer los muebles para la visita de Benedicto XVI se dijo “¡Qué increíble!”. Además, afirmó que esta tercera vez, con los muebles para Francisco, “seremos los únicos que han hecho a los Papas un mobiliario para una visita apostólica”.
Sobre cada Papa, el carpintero explicó para San Juan Pablo II construyó unos muebles de un estilo “novohispano para dejarle un sello mexicano. Eran muy sobrios pero muy representativos del arte colonial. “Nos quedó muy padre”, aseguró.
Para el Papa Benedicto XVI el diseño fue más “contemporáneo. Eso marcó el estilo de su visita. Sus piezas fueron de color blanco y muy lineales”.
Ahora, como sabe que al Papa Francisco lo conocen como “el Papa de los pobres”, el estilo de los muebles será modesto.
“Es muy sencillo siendo el Papa y siendo jesuita. Es sencillo, pero muy digno y grande. Tienen el sello de lo que él es. Los acabados tendrán un estilo novohispano, heredado de los españoles luego de la conquista”, comentó.
Desde inicios de enero trabaja junto a otras doce personas en su taller de Zapopan, a las afueras de Guadalajara, en las piezas: un escudo de armas del Vaticano y México, tres esculturas (dos del Arcángel Miguel y una de San José), dos pinturas (Una de San Ignacio de Loyola y otra de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel), una silla y un atril.
También debe hacer tres sillas donde se sentarán el Papa Francisco, el presidente Enrique Peña Nieto y la primera dama Angélica Rivera durante su encuentro en el Palacio Nacional en la Ciudad de México.
La próxima semana enviarán la mayoría de piezas a la capital mexicana. El resto debe ser entregado antes del 10 de febrero.
Sobre este privilegio, Parra expresó que “es toda una emoción y poder hacer estos muebles es una gran bendición, es una experiencia de vida única (…) También es un gran honor. Yo siempre quise hacer cosas para la Iglesia desde chiquito, pero nunca me imaginé que eso me llevaría hasta la casa de Dios en el Vaticano”.
Desde los diez años empezó en el oficio. Incluso comentó que se escapaba de los recreos para admirar las pinturas de la Catedral.
Agustín Parra trabaja haciendo estatuas, pinta cuadros y demás para sacerdotes y todos los interesados. En 2007 elaboró cuatro arcángeles para el Pesebre que se coloca en la Plaza de San Pedro y un nacimiento con figuras de un metro para el Palacio Apostólico.
“Hicimos el primer nacimiento completo no italiano/europeo. Cuando estaba ahí y veía el nacimiento que habíamos hecho me pellizcaba porque no podía creer que estaba en el Vaticano y que haya habido una fiesta tan hermosa para el Papa Benedicto XVI presentándole su nacimiento. Les gustó tanto que se quedó”, relató.
“Espero ver al Papa, ojalá Dios quiera. Hasta el momento yo creo que sí. La idea es acompañarlo y también ir a una celebración multitudinaria”, manifestó.