“La perspectiva del viaje del papa Francisco ha despertado un gran entusiasmo, el 80 por ciento de los ecuatorianos son bautizados pero necesitan la presencia y la voz alentadora del Papa”.

“El viaje de Francisco a Paraguay es una bendición de Dios”, como “una visita del padre del hijo pródigo”. “En Bolivia se ha producido una conmoción en la población, todos se han puesto de acuerdo para recibir al Papa, gobierno y oposición”.

Estas han sido algunas de las evaluaciones principales que han expresado respectivamente este miércoles en Roma, los diplomáticos ante la Santa Sede: de Ecuador, Luis Latorre; de Paraguay, Esteban Kriskovic; y la encargada de negocios del Estado Plurinacional de Bolivia, Erika Farfán Mariaca; en un desayuno de trabajo organizado por la Agencia Prestomedia y Mediatrends (www.mediatrendsamerica.com) junto a la Fundación Promoción Social de la Cultura (www.fundacionfpsc.org).

Se trata del noveno viaje al exterior del Papa latinoamericano y el segundo en América Latina después de su visita en Brasil en julio del 2013 en ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud. El viaje apostólico prevé la visita a Ecuador del 5 al 8 de julio, del 8 al 10 a Paraguay y del 10 al 12 a Bolivia.


El embajador de Ecuador explicó los motivos que produjeron un cambio en el programa del Papa, ya que la misa del día 6 de julio no se celebrará en el Santuario de la Divina Misericordia sino en el parque Los Samane, por motivos de espacio y seguridad.

El embajador Latorre, consideró importante para entender el viaje, las visitas que el papa Bergoglio realizó a Ecuador, cuando era aún arzobispo de Buenos Aires, en particular a la ciudad de Guayaquil, en la que conoció a varios sacerdotes jesuitas e incluso implementó un acuerdo por el cual los estudiantes que terminaban teología en Ecuador iban a realizar prácticas a Argentina y viceversa.

Entre otros particulares, el embajador contó que el Papa le confió que lleva en sus documentos una imagen de la Dolorosa, ´a quien le rezo todos los días´, devoción muy sentida en Ecuador. Y le recordó su amistad con ´el padre Villalba´ y ´el padre Paquito´, con quien también almorzará en su viaje.

El diplomático ecuatoriano consideró importante la relación más personal del papa Francisco, como el abrazo fuera de protocolo que le dio al presidente Rafael Correa, ´de un padre a un hijo´, lo cual hace sentir a los ecuatorianos más cerca de la Iglesia. Sobre el número de personas que irán a los eventos del Santo Padre, indicó se estiman un millón y medio en Quito y otro tanto en Guayaquil.


La encargada de negocios de la Embajada de Bolivia ante la Santa Sede, Erika Farfán Mariaca al tomar la palabra admitió las dificultades iniciales existentes entre el gobierno del presidente Evo Morales y la Iglesia local, si bien pudo constatar ´se produce un vuelco´ gracias a la amistad que nació con el papa Francisco.

En particular después del viaje que el presidente andino realizó al Vaticano, muchos de los problemas se han superado. Y subrayó la consonancia que ha encontrando el mandatario en el tema ´tierra, techo, y trabajo´ como un derecho para la población. Y confió que el presidente en una oportunidad dijo que ´finalmente siento que tengo un Papa´.

La actual número uno de la Embajada ante la Santa Sede, añadió que el viaje apostólico ´dejará un mensaje de paz, de fe y conversión, que dará unión al pueblo, a todo nivel, así como a las familias. Recordó también que es la tercera vez que Bergoglio viaja a Bolivia, ´esta vez como Papa´.

Contó también que los bolivianos en Italia, para despedir al Santo Padre antes de su viaje a América Latina, el 28 de este mes rezarán el ángelus en la Plaza de San Pedro y después con las cinco imágenes de las Patronas de Bolivia harán un acto folklórico.

Sobre el tema de la salida al mar, la encargada de negocios indicó que “es demasiado delicado, y no estaría en el contexto del viaje”, el cual debe favorecer que “se aúnen las diferencias en América Latina”.

A propósito de la salud del Pontífice y el peligro del mal de altura, si bien el aeropuerto de El Alto está a 4 mil metros de altura, “el Papa en seguida bajará a La Paz a 3600 metros, en la cual se quedará solo 4 horas”, y que además existe el ´mate de coca´ y fármacos adecuados.


Por su parte el embajador de Paraguay, Esteban Kriskovic, calificó el viaje del Papa como “una bendición de Dios”. Recordó que cuando Bergoglio era arzobispo trabajó mucho con los inmigrantes presentes en Buenos Aires. Consideró que durante el viaje no habrá ninguna actividad que esté demás o sea de relleno.

Explicó que será muy simbólica la visita del Santo Padre al Santuario mariano de Caacupé, el cual es visitado anualmente por casi la mitad de la población de Paraguay.

Ilustró con una proyección el trabajo de la orquesta juvenil con instrumentos reciclados en Cateura, y la labor para alejar a los jóvenes de la droga, con quienes el Papa se encontrará. También se vio el altar que están construyendo siguiendo el modelo de las misiones jesuíticas, si bien hecho con semillas y frutos de la tierra. Así como las composiciones tipo mosaico hechas con porotos de colores.

“El hecho que el Santo Padre habla nuestro mismo idioma” y “la cercanía cultural favorecerán mucho”, en un país donde el 98 de población se considera católica, y el 75 por ciento es menor de 35 años. Concluyó recordando que los datos de la Conferencia Episcopal Paraguaya indican que esperan a unos 2,5 millones de visitantes desde los países vecinos.

Los diplomáticos hacia el final del evento coincidieron que hay una deuda pendiente sobre la integración de América Latina, la necesidad de pasar del dicho al hecho a pesar de tratados existentes. Y que el viaje del Papa ayudará, ya que Francisco tiene presente la idea de ´patria grande´, con el mismo idioma, fe, y raíces comunes, lo que para concretizarse hace necesario dejar de lado los intereses mezquinos.