En El Rosario (Sinaloa, México) se ha celebrado una edición de la popular "Semana de la Moto" de México. Después de una noche de fiesta, motor y adrenalina, muchos "moteros" acuden por la mañana con sueño a la parroquia del lugar para orar ante la Virgen del Rosario.
"Sin mayor preámbulo estacionaron sus motos en la plaza principal para ingresar a la parroquia y pedir a la Virgen, ya famosa por sus milagros, protección para toda la hermandad biker, además de agradecer el llegar sanos y salvos a esta ruta", explica el noticiario mexicano LineaDirectaPortal.com.
“Vamos a darle las gracias por este viaje que nos ha traído seguros a este Pueblo Mágico tan bonito”, explican los y las motoristas. “Pedimos a la Virgen del Rosario que nos acompañe en todas las rodadas, que cuide a todos los motociclistas y a las familias que se quedan. Pedir por todos los motociclistas, sobre todo los que venimos desde lejos”.
Hay conciencia de mortalidad, de fragilidad... Saben que la moto puede ser engañosa, que ofrece potencia, velocidad, rugido de motor, viento en la cara, sensación de libertad... pero que el peligro siempre está ahí.
Uno de los clubes de motoristas presentes, los "Moto Locos", tienen como logotipo oficial la calavera. Pero ellos también son devotos y visitan a la Virgen y rezan en la parroquia.
“La fe del biker va ligada mucho a eso, a la religión; salimos con la santiguada pero solamente sabemos que en la ruta puede pasar cualquier cosa, una descompostura, un choque, una caída, nadie sabe”, explican, conscientes de que la vida del hombre está siempre en manos de Dios.
“Siempre es lo primero que le pedimos, la salud y el bienestar personal de todos los compañeros porque aquí sólo el biker sabe lo que se sufre”, afirman.
"Tras esta vital parada, hicieron de nuevo rugir sus motocicletas para deleitar a los cientos de locales que se extendían sobre todas las calles para vislumbrar la caravana, que tocó los principales puntos turísticos de este Pueblo Mágico", narra el noticiario.
“De ahí caminamos al museo de Lola Beltrán, a las minas de la antigua parroquia que tenían por aquí y a recibir el aperitivo que nos está brindando el Ayuntamiento de El Rosario". Una agenda apretada (aunque sobre ruedas)... pero, ante todo, la visita a la Madre de Dios.
(Publicado originariamente en www.carifilii.es)