La institución, que lleva cerca de siete años, es dirigida por la hermana María Gladys Giraldo Hernández, directora del establecimiento educativo, quien ha velado por acoger a cerca de 515 niños y niñas de bajos recursos que habitan en la Comuna Seis y en el corregimiento El Caguán (Neiva, Colombia).
“Tenemos actualmente 515 estudiantes, en su mayoría son de bajos recursos y son de esta comuna, nosotras velamos para sacar adelante con principios a esta niñez, para que en el futuro sean grandes personas”, expresó la hermana María Gladys.
Los hechos se registraron a las 12:15 del mediodía de ayer, en las instalaciones del centro educativo católico, ubicado en la vía que de Neiva conduce a El Caguán, a pocos metros del retén militar, cuando tres hombres llegaron en motocicletas, redujeron al portero y se dirigieron directamente hasta donde los padres de familia se encontraban cancelando el dinero de la matrícula.
En la oficina de recaudo se encontraban algunas de las hermanas, docentes y cerca de cuarenta personas más realizando los trámites. Dos de los delincuentes ingresaron, encañonaron a las docentes y les exigieron que entregaran el dinero, mientras que obligaban a las demás personas a entrar a otra oficina para encerrarlos.
La hermana María Gladys cuenta cómo fue el atraco;
ella pudo escapar a otra sala y llamar a la Policía
“Yo estaba realizando los papeleos, cuando vi fue que entraron esos dos muchachos, uno tenía una pistola, el otro un cuchillo, nos gritaban a todos los que estábamos en la oficina que esto era un atraco y nos dijeron que todos debíamos entrar a la otra oficina. Yo aproveché el desorden y los nervios que se les veía, entré a mi oficina y me encerré, llamé inmediatamente a la Policía, les indiqué que estábamos siendo víctimas de un atraco”, manifestó la hermana María Gladys Giraldo Hernández.
Una patrulla que transitaba en la vía se alertó por la presencia sospechosa de los sujetos, por lo que los siguió hasta ser advertidos de que se trataban de los hombres que les habían hurtado cerca de ocho millones de pesos a las monjas.
Los delincuentes saquearon los cajones donde las monjas guardan el dinero de las matrículas, posteriormente les quitaron todos los celulares a las personas y los objetos de valor que llevaban, y finalmente huyeron en dos motocicletas junto con el ‘campanero’, que los aguardaba en la portería.
“Una patrulla móvil logra observar a los sujetos, se inicia una persecución hasta una vivienda en el barrio Puertas del Sol, donde los delincuentes pretendían ocultar el dinero junto con los objetos que hurtaron, para evitar a los uniformados”, indicó el coronel Miguel Martín Moncaleano, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva.
La efectiva reacción por parte de la hermana Giraldo Hernández, rectora del Colegio Madre Anna Vitiello, quien se escabulló de los delincuentes y se encerró para darle aviso a la Policía, permitió la captura de los tres hombres, quienes fueron llevados hasta la Unidad de Reacción Inmediata (URI), donde fueron dejados a disposición de la Fiscalía de turno por el delito de porte ilegal de armas, en concurso heterogéneo con hurto calificado y agravado, al igual que por secuestro simple, por lo que hoy serán presentados ante un juez de control de garantías para audiencias preliminares en su contra.
Los atracadores fueron detenidos rápidamente
“Quiero agradecerle infinitamente a la Policía, fueron eficaces, fueron muy ágiles y todo el procedimiento fue un éxito. Yo al principio no creí que se fuera a lograr recuperar la platica, los celulares y las otras cosas que nos robaron”, dijo la Directora del Colegio Madre Anna Vitiello.
De igual forma la líder de la comunidad de hermanas de la Divina Redención, manifestó sentirse muy afortunada, ya que durante el incidente no resultaron personas heridas y se sintió bendecida por la reacción que Dios le permitió tener.
“Para mí que los tipos eran inexpertos, porque llegar en un momento donde había tanta gente y exponerse de esa manera, ya que solo uno se quedó con el casco, los demás sí iban mostrando la cara, además de que en medio del atraco ni se dieron cuenta que yo me escondí”, puntualizó la hermana María Gladys Giraldo Hernández.