Cuatro delincuentes asaltaron al párroco de Nuestra Señora de Fátima, en Castelar, localidad argentina en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Desvalijaron la casa y se dieron a la fuga después de dejar atado al sacerdote con cables del teléfono.
Los cuatro ladrones eran dos hombres y dos mujeres. El párroco es Hernán Ustariz, de 59 años, al que dominaron rápidamente.
La iglesia Nuestra Señora de Fátima, donde se produjo el violento atraco, pertenece a la congregación de los palotinos irlandeses.
El religioso habita una finca situada junto al templo. Los criminales entraron a la vivienda forzando una reja.
Tras hacerse de un importante botín, los asaltantes ataron al damnificado con el cable de un teléfono para darse finalmente a la fuga.
Según pudo constatarse, los asaltantes se llevaron dinero en efectivo, una notebook y otros elementos de valor.
El hecho -que provocó consternación en la comunidad de la zona, especialmente de los fieles católicos que acuden en forma periódica a la parroquia, comenzó investigado por efectivos de la comisaría tercera de Castelar, que procuran localizar a los responsables del atraco, y el fiscal en turno del Departamento Judicial de Morón.