Horas antes de su toma de posesión este domingo como presidente de la República Argentina, Javier Milei recibió a Eduardo Verástegui, quien ha manifestado su intención de presentarse como candidato a la presidencia de México en las elecciones del 2 de junio de 2024. Ya aparece en las encuestas con un porcentaje que oscila entre el 2% y el 4%, aún exiguo pero no desdeñable para un independiente que todavía carece de una estructura de partido como respaldo y con muchos meses por delante para ir ganando terreno.
El cineasta entregó a Milei una imagen de la Virgen de Guadalupe y subió la foto del momento a su perfil de Twitter (X), con el siguiente texto: "En unas horas más, asumirá como Presidente de la Argentina @javiermilei. Pasé a saludarlo y desearle lo mejor en esta nueva etapa de su vida. Y le regalé una imagen de Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe, que fue tocada por la tilma original en la Basílica, en #CDMX. ¡Que la patrona de México y Emperatriz de las Américas derrame las gracias de su hijo Jesucristo en el pueblo argentino!"
Ceremonia interreligiosa
Aunque Milei es bautizado católico y fuertemente provida, es creciente su aproximación a la religión judía. Tras su toma de posesión tuvo lugar en la catedral metropolitana una ceremonia interreligiosa en la que tomaron la palabra, además del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, el arzobispo ortodoxo griego Iosif Bosch, el obispo anglicano Brian Williams, el pastor evangélico Christian Hooft, el rabino ortodoxo Shimon Axel Wahnish y el imán Sheik Salim Delgado Dassum. Fue significativo el profundo abrazo de Milei con el rabino, quien es un muy cercano asesor suyo.
Las palabras del arzobispo de Buenos Aires ante Milei.
Completando el ticket presidencial que arrasó en las elecciones del 22 de octubre, la vicepresidenta Victoria Villarruel es católica practicante y afín a la misa tradicional. Ella y Milei, junto con los representantes religiosos, leyeron al final del acto un texto donde se pedía: "Donde hay odio, pongamos amor. Donde hay discordia, unión. Donde hay desesperación, pongamos esperanza”.
Los macabeos
El discurso de asunción presidencial, minutos antes, había estado centrado en una crítica al camino seguido por el país en los últimos años y en una afirmación de sus inmediatas medidas económicas. Solamente al final hubo referencias religiosas, y también con un guiño a la religión judía: "No es casualidad que esta inauguración presidencial ocurra durante la fiesta de Hanukkah, la fiesta de la luz, ya que la misma celebra la verdadera esencia de la libertad. La guerra de los macabeos es el símbolo del triunfo de los débiles por sobre los poderosos, de los pocos por sobre los muchos, de la luz por sobre la oscuridad y sobre todas las cosas, de la verdad por sobre la mentira, porque ustedes saben que prefiero decirles una verdad incómoda antes que una mentira confortable".
Evocó su ingreso junto con Villarruel en la Cámara de Diputados, en solitario: "Recuerdo cuando en una entrevista me habían dicho pero si ustedes son dos en 257, no van a poder hacer nada. Y también recuerdo que ese día la respuesta fue una cita del libro de Macabeos 3,19 que dice que la victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del cielo".
"Por lo tanto, Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil, pero lo vamos a lograr", concluyó, antes de gritar por tres veces ¡Viva la libertad, carajo!