Las autoridades cubanas han declarado oficialmente festivo el Viernes Santo, dos años después de recuperar la celebración cristiana con la visita del papa Benedicto XVI, según se puede leer en el diario ´Granma´, órgano de divulgación del régimen castrista.
El Viernes Santo ya fue festivo con carácter "excepcional" en 2012 y 2013. Ahora, según el nuevo "Código de Trabajo" citado por el periódico oficial, un código aprobado por el Parlamento de la isla en diciembre, será un festivo anual y estable.
El texto "establece como día de receso laboral el Viernes Santo de cada año", asegura ´Granma´.
En abril de 2012 Cuba celebró el festivo religioso por primera vez en más de medio siglo de régimen comunista.
Con ello, el gobierno de Raúl Castro respondía a una petición expresa del Papa Benedicto XVI, que había visitado la isla durante 3 días poco antes de la medida.
En 2013 también se declarón festivo de forma excepcional el Viernes Santo, aunque la declaración no aludía al carácter religioso de la fiesta.
De hecho, el Viernes Santo es la segunda festividad religiosa recuperada en la Cuba castrista: la anterior fue la restitución de la Navidad en 1998, que desde la revolución de Fidel Castro en 1959 la isla no podía celebrar civilmente. Castro la recuperó como agradecimiento a la visita de Juan Pablo II en ese año a Cuba, la primera de un Papa en el país.
En los últimos años, desde la llegada al poder de Raúl Castro en 2006, el régimen ha ido permitiendo pequeños espacios de expresión a la Iglesia. El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, ha podido emitir mensajes navideños en la televisión estatal, por ejemplo. La Iglesia también es interlocutora en algunos casos de medicación para liberar presos de conciencia y represaliados por el régimen.