Por diversas razones personales, los candidatos a la presidencia no están casados y si lo están, es por la vía civil, por lo que en caso de tener que asistir a algún oficio católico, no podrían comulgar.

En esta regla católica, se exime al candidato Otto Guevara quien aseguró a crhoy.com que sí puede hacerlo pues, “soy católico y no tengo ningún impedimento para comulgar”, expresó.


Guevara Guth
estuvo casado por la Iglesia y es divorciado, pero según explicó el Párroco de la Iglesia de la Soledad, Carlos Humberto Rojas, mientras no se haya vuelvo a casar, puede recibir la comunión.

“Si el primer matrimonio fue por la Iglesia y se divorció pero no se volvió a casar, sí puede hacerlo. Pero, si se casó por la iglesia, se divorció y se casó civilmente de nuevo, ahí sí tendría dificultades; lo mismo la persona que está en unión libre”, comentó Rojas.

Esa es la razón por la que el aspirante a la presidencia, Luis Guillermo Solís no comulga, aunque asegura seguir y respetar la disposición de la Iglesia.


“Asisto a los servicios religiosos, participo enteramente de mi fe pero no comulgo. Yo soy divorciado, tengo cinco hijos de mi primer matrimonio y vivo en unión libre con mi compañera actual, tenemos una hija en común, vivimos en una relación estable y monógama”, comentó Solís.

Así le sucede al frenteamplista, José María Villalta quien vive en unión libre con su pareja Laura Chinchilla, con quien tiene un hijo de tres años y está esperando el segundo bebé.

La restricción de comulgar también es para Johnny Araya, quien en julio pasado se casó por la vía civil con la odontóloga Sandra León y al socialcristiano Rodolfo Piza, quien es casado por segunda vez.

Así que, aunque la Iglesia siempre ha mantenido un “matrimonio” con el Gobierno, con el nuevo presidente (sea quien sea) tendrá que convivir con el tema del divorcio.