Los obispos de Nicaragua y el propio nuncio del Papa en el país han querido acudir al barrio de Monimbó en Masaya, lugar en el que paramilitares afines a Daniel Ortega perpetraron una matanza que dejó 6 muertos y decenas de heridos.
Encabezados por el cardenal Brenes, arzobispo de Managua, los representantes de la Iglesia se mezclaron con la población y sacaron en procesión el Santísimo para evitar una nueva matanza en este mismo lugar.
Los obispos, con su pueblo
"¡Que el mundo lo sepa! El Gobierno de Nicaragua se prepara con antimotines y paramilitares para perpetrar otra masacre en el indefenso barrio indígena de Monimbó, Masaya. ¡Presionen a Ortega, ayúdenos, Monimbó no se toca!", afirmó el obispo Báez en su cuenta de Twitter.
La Arquidiócesis de Managua informó en su cuenta de Twitter que el Arzobispo, “Su Eminencia Cardenal Leopoldo José Brenes junto a Su Excelencia Monseñor Silvio José Báez y sacerdotes del Clero de la Arquidiócesis se trasladan a Masaya a mediar sobre la situación y a estar con el pueblo acompañándole. Pedimos a todos los fieles sus oraciones”.
El mensaje del Papa
Tampoco el representante del Papa, el nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag, faltó en esta importante cita, haciendo ver que Francisco está también al lado del pueblo nicaragüense en Masaya.
Miles de personas respondieron a esta llamada y recibieron con vítores a los obispos, los rodearon y marcharon con ellos y el Santísimo Sacramento.
El cardenal Brenes comunicó a los feligreses que el papa Francisco les envió un mensaje de que "Dios les acompañe" en la misión pacificadora.
El nuncio apostólico, Stanislaw Waldemar Sommertag, dijo que el papa está al tanto de lo que sucede en Nicaragua y mencionó que en este "momento tan crítico y delicado comprendemos su dolor (...) cada muerto es una ofensa a Dios".
Precisamente esta ciudad situada al oeste del país centroamericano ha sido una de las que más resistencia ha mostrado a la represión de Daniel Ortega. Y así fue como el pasado martes, grupos paramilitares entraron en la ciudad y dispararon a la población.