Una turba de 300 encapuchados con camisas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional atacó con bates de béisbol el pasado sábado 22 de junio a una pacífica manifestación de ancianos que reclamaban una pensión decorosa en las calles de Managua. 

Los obispos denunciaron la agresión de los violentos contra los ancianos manifestantes, y advirtieron que la Iglesia "no callará" ante la injusticia. «¡Cómo no íbamos a elevar nuestra voz ante un acto injusto en contra de esos ancianos que nos están dando un ejemplo por ellos y por el futuro nuestro!, ¡cómo íbamos a callar!», proclamó el obispo auxiliar de Managua, Silvio Baez.


El obispo Baez calificó de «turbas vulgares y violentas» a los atacantes, supuestamente seguidores del presidente Daniel Ortega. Unas dos mil personas, entre ancianos y jóvenes que les acompañaban, huyeron refugiándose en la catedral de Managua, por temor a represalias.

El obispo Baez y el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, llegaron al lugar donde se produjeron los incidentes y «como pastores hablamos con todos y dimos una palabra en nombre de Dios» pero los muchachos de la juventud sandinista «nos interrumpieron gritando ´queremos la paz´».

En el atrio de la Catedral decenas de personas llevaron víveres, agua y medicinas para apoyar la lucha de los ancianos que reclaman por su pensión reducida.


Entre los testigos de los hechos está la estudiante universitaria Luciana Chamorro, que explica que unas 300 personas con camisetas con consignas impresas del Gobierno y con el rostro cubierto con pañuelos "aparecieron de pronto corriendo y dando gritos de que nos iban a matar". "Vi cómo estaban apaleando a algunos viejitos con bates (de béisbol) y con patadas", agregó.

Chamorro, nieta de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro (19901997), contó que la turba fue llevada en camiones de la comuna capitalina y "a mí me dijeron que me iban a violar, acto seguido nos ordenaron que nos tiráramos al piso".

Según la joven (en la foto bajo estas líneas), los vándalos procedieron a quitarles los bolsos, celulares y a los hombres les quitaron la ropa y zapatos, dejándoles desnudos y les dieron unos segundos para "desaparecer" del lugar, que durante una semana estuvo ocupado por los manifestantes.




El grupo de atacantes, integrado por mujeres y hombres, destruyó el campamento improvisado con plástico negro, destruyeron a garrotazos las ventanas de los vehículos que algunos jóvenes tenían aparcados en el lugar y se los llevaron con rumbo desconocido, denunció.


Durante el incidente la Policía que estaba en el sitio no intervino, más bien "reían" e "hicieron un cordón policial y no nos dejaron pasar (para escapar) y si te acercabas (a ellos) te pateaban", contó Chamorro.

"Me agarraron, me quitaron el celular, me llevaron a una calle, me acostaron en el pavimento junto a otros 10 compañeros y nos dieron 10 segundos para que corriéramos", dijo por su parte la estudiante de medicina Linda Gutiérrez.

El opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS-centroizquierda) responsabilizó al presidente Ortega por el "cobarde" ataque contra los ancianos y jóvenes que protestaban pacíficamente en los alrededores del edificio del Seguro Social y llamó a la población "a movilizarse en repudio" al gobierno.

"El MRS denuncia y declara que Ortega y (su esposa, Rosario) Murillo son responsables directos de estos actos viles y cobardes, de la destrucción material, de las lesiones y daños morales sufridos por jóvenes y ancianos", señaló el grupo que integran disidentes del gobernante Frente Sandinista, en un comunicado.


El presidente del Instituto Nicaragüense de Seguro Social (INSS), Roberto López, declaró que su organismo no tiene fondos para pagar una pensión de 133 dólares cuyo costo anual sería de 95 millones de dólares.

Mientras, sindicatos sandinistas organizaron una marcha este lunes contra lo que consideran intenciones de "la derecha" de provocar la quiebra del Seguro Social y dañar al gobierno del presidente Daniel Ortega.