Costa Rica no tiene ejército, y por lo tanto no tiene obispo castrense, pero sí tiene cuerpos policiales con necesidades espirituales y de formació ética.
El ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, pidió la designación de un obispo especial para los cuerpos policiales ante el “acecho” que sufren los oficiales y el deterioro de valores, fe y espiritualidad que viven, producto de sus labores diarias.
La gestión se realizó ya el 15 de diciembre del 2011 ante el Santo Padre de ese momento, Benedicto XVI, por medio de una carta al nuncio apostólico en Costa Rica, Pierre Nguyen Van Tot. József Forró, primer secretario de la Nunciatura Apostólica, explicó que esa gestión se envió a la Congregación para los Obispos, la cual se encargó de poner en conocimiento al Papa.
El ministro Zamora remite a la prensa a la viceministra de Gobernación, Marcela Chacón, asegurando que ella es quien impulsa la propuesta y solo ella se referiría al tema.
La viceministra Chacón exteriorizó que se valoró la opción de crear un “ordinariato militar”; es decir, una figura de autoridad eclesiástica con respaldo de la Santa Sede, para dar apoyo a los 17 capellanes que la Fuerza Pública ya tiene. La viceministra Chacón sostuvo que la población beneficiada serían los 14.000 policías, así como sus familiares directos; es decir, cerca de 80.000 personas.
Por otro lado, manifestó que si en países donde hay ejércitos tienen un obispo castrense, la Policía costarricense podría contar con su obispo policial. Aquí se incluirían el Servicio de Vigilancia Aérea, Policías de Control de Drogas, Tránsito, Fiscal, Migración, entre otras.
Gilberth Ceciliano, vicario episcopal de la Fuerza Pública, apoyó la propuesta de Chacón, pues asegura que los policías merecen tener una formación ética, moral y espiritual.
“Necesitamos funcionarios transparentes y dignos de confianza por el papel importante que juega la Policía en el orden mundial y de seguridad nacional”, dijo Ceciliano.
Por otro lado, afirmó: “Con una nueva diócesis queremos fortalecer el área espiritual, la formación en sacramentos, ética y moral. También, fortalecer la pastoral social para ayudar a policías en riesgo social, queremos una pastoral con las mujeres, porque hay muchas madres solteras en la Fuerza Pública, y para jóvenes que están buscando trabajo”.
El Papa Francisco es quien deberá conocer y avalar o rechazar la gestión. Sin embargo, la petición será analizada primero por la Conferencia Episcopal, donde los ocho obispos costarricenses se reunirán para analizar la viabilidad de la creación de un nuevo obispado para la Policía.
Javier Román, secretario de la Conferencia, indicó que en la próxima sesión ordinaria, del 5 al 6 de agosto, tendrán ya un criterio para la Nunciatura Apostólica.
“Los obispos no hablan de solicitar un obispado castrense porque esto sería para cuando hay un ejército. Con una actitud pacifista como la nuestra, iríamos en contra de esto porque no tenemos un ejército".
”Más bien, los obispos han pensado en fortalecer lo que actualmente existe, que es la Vicaría Episcopal de la Fuerza Pública con sus capellanes, y así se les estaría brindando la atención debida”, dijo.