Los obispos del Paraguay, representados por el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), Mons. Claudio Giménez; el arzobispo coadjutor de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela; el obispo castrense, Mons. Adalberto Martínez, y junto al nuncio Mons. Eliseo Ariotti, participaron de la reunión que duró unos 45 minutos, en Mburuvicha Róga.

El presidente del colegiado episcopal, Mons. Giménez, luego en reunión de prensa en el Seminario, dijo que los obispos pensaron visitar a los tres poderes, pero como ya sobrevinieron los acontecimientos, decidieron visitar al Jefe de Estado.

El obispo de Caacupé afirmó que plantearon a Lugo, en honor a la preservación de la paz y evitar la violencia y más muerte, dejar el cargo. “Los obispos decidimos pedirle con sinceridad y franqueza que renuncie al cargo para descomprimir la tensión que está viviendo el país y que ojalá no siga subiendo”, explicó.

Según Giménez, la tensión está en aumento y hay que descomprimir. También le manifestaron que los obispos pidieron a los políticos no criminalizar el juicio, dejar de lado esa intención.

Los obispos cuestionaron además a Lugo el hecho de no haber llamado en su discurso ayer a la pacificación del país. “El pueblo está esperando eso y debería decirlo para tranquilizar a la población, de manera a que no haya violencia en las plazas y donde hay amontonamiento de gente”, remarcó.

Por su parte, Mons. Valenzuela explicó que como pastores y embajadores de la paz, como Iglesia, quisieron aportar su granito de arena para evitar enfrentamientos. “Hay un bien mayor, que es precisamente la paz y la tranquilidad, el orden constitucional y que hay un mal que hay que evitar que es la violencia y el derramamiento de sangre. Por eso, después de rezar e invocar al Espíritu Santo, decidimos ir a conversar con Lugo y les manifestamos nuestra inquietud para que salga por la puerta amplia honrando su patriotismo”, precisó.

Informó que después de sondear a los partidos políticos, estos prometieron que dejarían de lado el juicio criminal y que todo terminaría en el juicio político.

También le pidieron que haga llamados a la pacificación. Agregó que él tiene su opinión y hay que preguntarle a él. “Nosotros no somos el Presidente, somos obispos y solo queremos la paz y evitar más derramamiento de sangre. Vamos a ser criticados en la posición. No entramos a juzgar a nadie, ni al Ejecutivo ni al Legislativo ni al Judicial, porque no es nuestro campo, pero nos volcamos por la pacificación”.

Exhortó a los cristianos a orar y con cordura y respeto se manifiesten los reclamos, sobre todo a aquellos que vendrán a Asunción para que no recurran a la violencia, porque el Paraguay necesita la paz.