Cuba ha celebrado el festivo de Viernes Santo por primera vez en más de medio siglo de comunismo en la isla caribeña.
El Gobierno decretó recientemente el feriado de Viernes Santo "con carácter excepcional" por este año "en consideración" a la reciente visita de Benedicto XVI. El Papa había pedido antes al presidente Raúl Castro que restituya la fiesta religiosa de la Semana Santa.
Con motivo del Viernes Santo, el segundo festivo religioso que se celebra en la isla tras la restitución de la Navidad por la visita de Juan Pablo II en 1998, las autoridades cubanas también permitieron la transmisión en vivo en televisión de la misa central de la jornada.
En los últimos años, el Gobierno cubano ha dado a la Iglesia cubana acceso ocasional a los medios de comunicación estatales para difundir sus mensajes apostólicos.
"Sin perdón no puede haber relaciones interpersonales sanas, ni vida familiar ni reconciliación entre grupos humanos y pueblos", señaló el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, durante su homilía en la Catedral de La Habana.
El papa Benedicto centró también sus mensajes en la reconciliación de "todos los cubanos" durante su visita a la isla entre el 26 y 28 de marzo.
En un país que se declaró ateo durante décadas, la apatía religiosa se mezclaba hoy con el paulatino renacimiento de la fe católica entre los cubanos.
La principal procesión del Via Crucis se celebró en la noche en el céntrico barrio de La Habana Vieja. En otras parroquias, algunas procesiones se llevaron a cabo en un marco privado debido a las trabas burocráticas.
"Para poder hacer procesiones tenemos que pedir tantos permisos que es más fácil organizar la procesión que pedir los permisos y esperar las respuestas", explicó De Turner a la agencia DPA. Por ello, su parroquia optó por celebrar el Via Crucis en el patio trasero del templo, como en años previos.