Como cada dos de agosto, los católicos celebran la Virgen de los Ángeles. Una advocación mariana especialmente querida en un país centroamericano: Costa Rica. Más de dos millones de fieles, de todos los rincones del territorio, llegan hasta la Basílica de los Ángeles, situada en la ciudad de Cartago, a unos 25 kilómetros al este de la capital, para dar gracias, cumplir promesas y pedir protección a "La Negrita", la patrona del país.
Todo comenzó en el año 1635, cuando la joven india Juana Pereira recogía leña en medio del bosque. Sobre una roca, cerca de un manantial, se encontró una pequeña escultura de piedra de una mujer con un niño en brazos. Decidió llevarla a su casa, donde la guardó en un cajón. Al día siguiente, volvió al sitio del primer hallazgo, y encontró una talla igual a la encontrada el día anterior. Hizo lo mismo, la llevó para su casa a guardarla junto a la otra, pero al buscarla, notó que no estaba, y así escondió la nueva imagen que había encontrado.
El bosque era su hogar
Al tercer día ocurrió lo mismo, pero esta vez se la llevó al sacerdote del pueblo, Alonso de Sandoval, quien la guardó en un cofre. Al día siguiente, el padre abrió la caja y para su sorpresa, ya no estaba. La joven volvió al lugar del hallazgo y encontró allí la imagen, llevándola nuevamente al sacerdote, quien la guardó dentro del sagrario. Al día siguiente, Alonso abrió el sagrario y no la encontró, por lo que declaró que aquello era un mensaje de la Virgen María: ella deseaba estar en el bosque, con los pobres y los humildes.
La pequeña imagen fue bautizada con el nombre de Virgen Morena o "La Negrita", y tiempo después fue denominada Virgen de los Ángeles. En honor a esta figura milagrosa los lugareños construyeron en aquel lugar un pequeño templo, donde actualmente se encuentra la Basílica de Nuestra Señora Reina de los Ángeles. Esta romería es de las más multitudinarias de América y se espera que este año lleguen caminando hasta allí casi tres millones de personas (en un país de cinco millones de habitantes).
Daniel es colombiano, pero vive en Costa Rica desde hace 20 años, el 26 de julio salió solo de su casa y caminó durante 25 kilómetros para encontrarse con la Virgen. "Vivo esta romería con mucha fe y alegría, es un privilegio poder caminar junto a miles de personas hacia lo pies de la Virgen", comenta a Religión en Libertad. El romero se siente muy contento, después de tres años sin esta fiesta por culpa de la pandemia. "Después de tres años, el saquito de agradecimientos a Nuestra Señora iba bastante lleno", confiesa.
Para Daniel, es la fe la que le hace recorrer tantos kilómetros. "Le agradecí a la Virgen el nacimiento de mi hijo, y pedí por mi matrimonio, para que nos aumentara la fe y pudiéramos seguir el plan que Él tiene para nosotros", relata. La mujer de Daniel se llama Jazmín y nació en Cartago, hace 39 años. Ella resalta la popularidad de esta romería en su país natal. "Hasta la Virgen llega gente casi sin fe, incluso evangélicos que hacen la romería. Los 'ticos' siempre llevamos a nuestra Virgen allí donde vamos", comenta. Algunos romeros llegan desde localidades como San Vito, a 250 kilómetros de distancia.
A Jazmín le impactó desde niña ver los ex votos colgados en las paredes de la Basílica. Y, es que, muchas son las personas que aseguran haber sido curadas por la intervención de la Virgen María. Uno de los testimonios más sorprendentes fue el de Albert Solano, quien, en 2006, se quemó el 80% de su cuerpo, con quemaduras de segundo y tercer grado. Después de nueve días en coma, los médicos aseguraron a sus padres que iba a morir. En ese momento, ellos decidieron caminar hacia la Basílica de los Ángeles a pedir un milagro.
Al regresar al hospital, la salud de Albert había mejorado, y los médicos le dijeron a su padres que "eran brujos". Nadie se explicaba cómo había mejorado tanto en tan poco tiempo. Sus pulmones estaban bien, cuando antes los tenía casi inservibles. Para Albert, solo había una explicación: la mano de la Virgen. Albert aseguró, tiempo después, que su vida cambió por completo con aquel suceso.
Este uno de agosto, un día antes de la fiesta, se llevó a cabo en el Vaticano una romería dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles. Una iniciativa con la que se conmemoran los 387 años del hallazgo de la imagen de la Virgen. La actividad dio comienzo con una eucaristía en la Parroquia de Santa Ana de Roma, donde se encuentra entronizada la Virgen de los Ángeles. Al finalizar, comenzó la romería que partió hacia el Bastión del Maestro, en los Jardines Vaticanos, donde se puede ver el mosaico de "La Negrita", colocado allí en octubre del 2021.