La represión y los ataques contra la Iglesia se siguen produciendo en Nicaragua. Si esta semana, paramilitares pro-Ortega llegaron a agredir al cardenal Brenes, al Nuncio y al obispo auxiliar de Managua, ahora han dado un paso más.
La Arquidiócesis de Managua ha denunciado que paramilitares y policías atacaron durante toda la noche la parroquia Divina Misericordia, donde estaban refugiados varios estudiantes, provocando la muerte de un joven y dejando varios heridos.
A través de su cuenta de Facebook, la arquidiócesis denunció el ataque de los paramilitares contra la parroquia y exigió su retiro del lugar. Según los medios, en la parroquia se refugiaron decenas de estudiantes que el viernes habían estado atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), y de donde fueron expulsados violentamente por los paramilitares y por la policía.
Aciprensa informa que la parroquia estuvo siendo fuertemente atacada y que el joven Gerald Vázquez murió tras recibir un disparo en la cabeza.
El Cardenal Leopoldo Brenes “pide al Gobierno, quienes son los únicos responsables de estas acciones, detener esta masacre en contra de las personas dentro de la parroquia. Unámonos todos en oración”, expresó la Arquidiócesis.
La valentía de los obispos y el Nuncio
Debido a que no se detenía la agresión, el Purpurado fue a la parroquia acompañado por el Nuncio Apostólico Waldemar Sommertag; y representantes de organismos internacionales.
“El Cardenal Leopoldo José Brenes y el Nuncio Apostólico ya se encuentran en la parroquia Divina Misericordia y han logrado que dejen entrar las ambulancias para trasladar a los heridos. Continúan mediando para poder sacar a todos los estudiantes. Sigamos orando por La Paz en Nicaragua, por los obispos y sacerdotes quienes realizan su misión profética”, indicó.
Las fotos difundidas por la Arquidiócesis de Managua, con las huellas de los disparos contra las paredes y ventanas de la parroquia, muestran la violencia con que actuaron los policías y paramilitares.
A su vez, el obispo Auxiliar de Managua, Silvio Báez, informó que los jóvenes “que han pasado la noche bajo ataque en parroquia Divina Misericordia serán llevados a Catedral por mediación del Nuncio, el Cardenal Brenes y la Comisión de Verificación y Seguridad. ¡Dios les ampare!”.
"Atraviesa el límite de lo inhumano y lo inmoral"
En su cuenta de Twitter denunció que el Gobierno de Nicaragua “atraviesa el límite de lo inhumano y de lo inmoral”. Indicó que la “represión criminal desde la noche del viernes contra civiles, la mayoría estudiantes, es condenable bajo todo punto de vista. ¡La comunidad internacional no puede ser indiferente!”.
Igualmente, el obispo auxiliar de Managua relató que cuando el año pasado viajaron al Vaticano, el Papa Francisco les llamó a denunciar las injusticias y la corrupción. "Él nos dijo: tengan en cuenta que en estos procesos luego entra la persecución y el martirio”, recordó.
Monseñor Báez dijo que “en aquel momento eso parecía una cosa lejana, irrealizable y sin embargo ahora lo estamos viviendo. Estamos empezando a ser ya una iglesia perseguida”. "El Papa sabía perfectamente que en Nicaragua se estaba gestando una dictadura y que estaba echando raíces un poder con características no solo dictatoriales, sino de un poder dinástico”, añadió.