La Comunidad del Movimiento Laico Escalabriniano (MLS) está de luto por la terrible muerte violenta de María Elizabeth Macías Castro, de 39 años, conocida como Marisol. La periodista trabajaba en un periódico de Tamaulipas, México, y fue secuestrada y asesinada. La ejecución de la periodista católica se suma a otras tres recientes contra mujeres periodistas en país azteca, el más peligroso para el ejercicio de esta profesión según la ONU.
El cuerpo de la periodista María Elizabeth Macías Castro apareció decapitado y con una nota al lado que decía que había sido asesinada por sus publicaciones en un sitio de redes sociales, según informó la policía mexicana.
Macías Castro trabajaba como editora jefe del periódico Primera Hora. Las primeras investigaciones de la policía señalan que su cuerpo fue encontrado durante las primeras horas del sábado. El atroz homicidio puede ser el tercero contra habitantes de Nuevo Laredo por parte de un cartel de narcotráfico, en represalia por sus publicaciones en internet.
Las autoridades informaron, según el portal CNN, que estos grupos delictivos habrían lanzado amenazas en portales web mostrando macabras fotos de algunas de sus víctimas.
Un comunicado enviado a la agencia Fides por el religioso escalabriniano Francisco Pellizzari, consejero espiritual de la zona de América del Norte, informa que “el miércoles, 22 de septiembre Marisol Castro, laica escalabriniana del grupo de Nuevo Laredo, México, fue secuestrada por un grupo de traficantes de drogas de esta región fronteriza”.
El comunicado señala que las noticias oficiales sobre el suceso son muy escasas, y lo que se ha conocido hasta ahora es que, en su cuerpo, fue encontrada una inscripción: “Esto le pasa a los medios de comunicación que están contra nosotros”.
“Le pedimos una oración por nuestra amiga y miembro del comité central del Movimiento Laico Escalabriniano, que con mucho cariño y lealtad trabajaba en la Casa del Inmigrante en Nuevo Laredo y mantenía contacto diario con muchos de nosotros en el movimiento”, concluye el comunicado.
Marisol era “una mujer de gran fe y compromiso con la justicia”, afirma por su parte el padre Rui Pedro.
El atroz asesinato podría ser el tercero cometido por un grupo de la droga de entre los residentes de Nuevo Laredo, asesinados a causa de lo que habían publicado en Internet.
El asesinato de esta periodista católica se une a los recientes de otras tres mujeres periodistas, denunciados por la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) y reporteros sin Fronteras.
Ana María Marcela Yarce Viveros, fundadora y periodista de la revista semanal Contralínea, y Rocío González Trápaga, exreportera de Televisa y luego independiente que fue, durante su estancia en España, miembro de la Asociación de Periodistas de Almería fueron asesinadas recientemente.
Sus cuerpos fueron encontrados el 1 de septiembre, en un parque de Ciudad de México. Las dos periodistas fueron secuestradas al salir de su oficina y asesinadas por asfixia. Las circunstancias en que se encontraron los cadáveres recuerdan la marca de los cárteles de la droga. Ambas profesionales practicaban un periodismo de investigación que había destapado escándalos en el país azteca.
Otra reportera fue asesinada recientemente en el estado de Veracruz. La periodista policial del diario Notiver apareció asesinada el 26 de julio. Yolanda Ordaz de la Cruz era el segundo periodista de este periódico, uno de los diarios populares de Veracruz, asesinado en poco más de un mes.
Ochenta profesionales de los medios de comunicación han perdido la vida desde 2000 en México, el país más peligroso del mundo para esta profesión según datos de la ONU.
“La autocensura o el exilio son cada vez más las opciones de los profesionales de los medios de comunicación. ¿La prensa puede esperar sobrevivir en México? Las autoridades aún no han puesto en marcha los mecanismos de seguridad para periodistas firmados desde hace cerca de un año”, afirma el comunicado de los periodistas españoles.