La grave pérdida de fieles que sufre la Iglesia es un problema que cada vez más autoridades eclesiásticas contemplan con objetividad, tanto en sus causas como en su realidad y en las posibles formas de abordarlo. Mario Medina Balam, obispo auxiliar de Yucatán (México) es uno de ellos.
En recientes declaraciones prestadas al Diario de Yucatán, ha mostrado su convencimiento de que no serán las propuestas heterodoxas las que mantendrán a los fieles en la Iglesia. Tampoco lo harán homilías "abstractas y alejadas de los problemas" reales de los fieles. La solución, explicó, pasa por combinar la praxis de la Iglesia realizada a lo largo de toda su historia, pero aprovechando las oportunidades que ofrecen las circunstancias presentes.
Lo que desde luego no llenará las iglesias de nuevo, dice, es la supresión del celibato sacerdotal o la ordenación de mujeres.
Medina Balam, cuyo nombramiento como obispo auxiliar se conoció hace poco más de una semana, afirma rotundamente que el motivo es sencillamente que son prácticas ajenas a la propia constitución de la Iglesia.
"A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido la conciencia de que el Señor Jesús eligió a los varones para este ministerio y eso ha sido siempre, de tal manera que, sobre todo los romanos pontífices, no se sienten con la autoridad para contradecir esta práctica, como en otras iglesias que no son católicas", afirma.
Para él, la "tradición occidental" pesa. Y aunque los sacerdotes tienen la posibilidad de casarse en las iglesias orientales, debe ser siempre "antes de su ordenación".
"En la tradición occidental, la nuestra, siempre se ha vivido en el celibato. Esto ocurre no porque sea un mandato de Cristo, sino porque fue una propuesta apostólica especialmente de San Pablo. Es la tradición de la Iglesia de los apóstoles, que pesa", incide.
Formación y testimonio frente a la secularización
¿Puede ceder en algo la Iglesia respecto a quienes exigen un mayor peso de la mujer? Obviando la imposibilidad de que esto sea a través del sacerdocio, Balam expone que de hecho ya "se están dando algunas decisiones" en las que no pocas mujeres están adquiriendo una "potestad de régimen" por la cual participan "en la toma de decisiones dentro de la Iglesia".
Con todo, esto no es ni suficiente ni lo importante para enfrentar la pérdida de fieles o la creciente secularización. Los pasos a imitar son los dados por la Iglesia a lo largo de su historia.
"Definitivamente se requiere de la evangelización y en esto los pastores, los párrocos, especialmente, han de contribuir, porque una comunidad, mientras está mejor formada en su fe, puede resistir mejor los ataques de la secularización", explica.
En este sentido cobran un papel especial las escuelas, colegios, familias y medios de comunicación, que a través de la evangelización y la formación "pueden contribuir a contrarrestar esta ola".
Los sacerdotes son la primera línea de contención frente a la secularización, y Balam cree que a modo de vanguardia no pueden esperar "a que llegue la gente", sino que deben "salir a buscar a los otros, estar disponibles para ir a encontrar y no quedarse sentados esperando".
Mario Medina Balam es el obispo auxiliar de Yucatán desde el pasado 11 de febrero.
Llama a no aburir con "homilías abstractas o alejadas"
En su diócesis, como en buena parte del mundo, observa que es cada vez más difícil transmitir la doctrina cristiana a las familias.
"Hay una generación que probablemente tenga ahora 30 años, que no vio en sus casas esta transmisión, como ocurría en las generaciones anteriores, lo que se traduce en la relativa poca presencia de los jóvenes en las iglesias", explica.
Por ello, llama a los sacerdotes a preparar prédicas y homilías que aborden la raíz de las dificultades y necesidades de los fieles, ya que no es raro "escuchar mensajes abstractos y alejados de los problemas de los fieles".
Los sacerdotes, dice, deben "recibir una formación permanente en los seminarios para que especialmente los domingos, cuando se reúne la mayor parte de la comunidad, puedan transmitir un mensaje claro y útil en el sentido de que ayude a la gente en su vida".
Testimonio de coherencia e ingenio y adaptación a las nuevas herramientas evangelizadoras son las dos notas que deben, a su juicio, inundar la también necesaria labor de los laicos frente a la secularización y especialmente la llegada a los jóvenes.
Una propuesta, especialmente encaminada a sacerdotes y religiosos, es el acercamiento a los jóvenes, que muchas veces pueden sentirse "distintos" o "no valorados". "Cuando los romas en cuenta y te comunicas con ellos cercanamente, cambia la cosa. Son quienes se alejan más de la Iglesia, pero ellos a su vez ellos son sensibles y valoran mucho el testimonio, más que las palabras", concluye.