Una historia de amor con final feliz, de los de Hollywood de toda la vida. El minero, uno de los treinta y tres que pasara setenta días atrapado en la mina San José de Chile de la que durante mucho tiempo se pensó que nunca saldrían, se ha casado con el amor de toda su vida, Jessica Yánez, con la única particularidad de que... ¡ya estaban casados! El minero Esteban y su mujer, efectivamente, estaban casados por lo civil desde hacía veinticinco años, pero habían prometido que si el primero salía con vida de la mina en la que se hallaba atrapado, se casarían por la Iglesia.
Jessica permaneció todos y cada uno de los días que duró la obligada estancia de los mineros en la mina esperando la salida de su amor. “El matrimonio dice que hay que estar juntos en las buenas y en las malas, y aquí sigo estando con él”, había dicho Jessica uno de esos días que duró su larga espera.
La ceremonia se celebró el pasado sábado 9 en la iglesia católica de La Candelaria de Copiapó, y fue padrino de la ceremonia el ministro de minería Laurence Golborne, quien por su parte, había prometido oficiar como tal cuando aquél cumpliera con su palabra.
Rojas fue el minero número dieciocho en salir de la mina San José, en un rescate que mantuvo al mundo en vilo y que tuvo lugar el pasado día 13 de octubre. “Cuando salgas, nos casamos por la Iglesia”, le había escrito Jessica en una de las cartas que le hizo llegar mientras él esperaba poder salir algún día del vientre de la tierra. “Cuando salga, te compro el vestido y nos casamos”, había respondido el minero.
Jessica permaneció todos y cada uno de los días que duró la obligada estancia de los mineros en la mina esperando la salida de su amor. “El matrimonio dice que hay que estar juntos en las buenas y en las malas, y aquí sigo estando con él”, había dicho Jessica uno de esos días que duró su larga espera.