La socialista Michelle Bachellet, ex-presidenta de Chile (2006-2010), presidirá la nueva super agencia para la mujer de las Naciones Unidas, llamada Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer (UN WOMEN). En razón de su cargo, Bachellet ocupará una nueva subsecretaría de la ONU, creada especialmente para quien presida la nueva agencia.
En la nueva agencia se funden el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (siglas en inglés, UNIFEM), el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW), la División para el Adelanto de la Mujer (DAW) y la Oficina de la Asesora Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer (OSAGI). Todas estas estructuras son activas promotoras de la reingeniería social anticristiana.
La finalidad de la super agencia se enmarca en las políticas para cumplir las Metas u Objetivos del Milenio para el Desarrollo, en concreto el objetivo n° 3: Promover la gender equality y el empoderamiento de la mujer.
Bachelet fue la política más destacada de sudamérica que asistió a la cumbre abortista Women Deliver 2010 que reunió a políticos y legisladores, a agencias de las Naciones Unidas y a las grandes ONG’s abortistas, como la IPPF, Marie Stopes, IPAS, Women´s Link, etc.; así como también al grupo de apóstatas Católicas por el Derecho a Decidir.
En recientes declaraciones del malayo Hamidon Ali, presidente del Consejo Económico Social de la ONU (ECOSOC), dijo que UN WOMEN será un instrumento vital para el desarrollo y el cumplimiento de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo, ya que en “el corazón de éstos se encuentran la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres”.
Tengamos en cuenta que bajo estos términos se esconden el supuesto “derecho al aborto” y todas las consecuencias de la llamada “autonomía reproductiva de las mujeres”: anticoncepción, esterilización, fecundación artificial, además del reconocimiento social y jurídico de la homosexualidad.