Ante el atroz asesinato de 72 personas ocurrido en el Estado de Tamaulipas, el episcopado mexicano ha pedido justicia y respeto para todos los inmigrantes, independientemente de su origen.
"Es un lamentable hecho que no puede quedar impune, ni con resoluciones exprés ni explicaciones de corto alcance por parte de quienes procuran la justicia en nuestro país", ha afirmado en un comunicado de prensa monseñor Víctor René Rodríguez Gómez, obispo auxiliar de Texcoco, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
"Esta masacre nos llena de dolor, preocupación e indignación por la saña con que opera el crimen organizado, mientras que los distintos niveles de gobierno con muchos esfuerzos, y no siempre con los resultados que la sociedad quisiera ver, buscan contener esta ola de violencia e inseguridad que azota a nuestra Patria.
Se estima que la mayoría de los cuerpos de las víctimas del atentado pertenecen a ciudadanos provenientes de países de Centro y Sudamérica que viajaron a México con el propósito de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pagando previamente a mafias de tráfico de inmigrantes.
"Así como exigimos que las autoridades de nuestro vecino país traten con respeto y dignidad a nuestros connacionales, en México, por parte de los Poderes de la Unión y de la misma sociedad, debemos aplicar a todos aquellos que cruzan nuestras fronteras en busca de una mejor calidad de vida, un trato respetuoso y justo sin denigrar sus derechos", asegura el representante del episcopado.
Por su parte, monseñor Faustino Armendáriz, pastor de la diócesis de Matamoros, donde ocurrieron estos lamentables hechos, ha lanzado una campaña de oración "pidiendo al Señor de nuestras vidas que acoja a estos hermanos que murieron asesinados, y dé pronto consuelo y resignación a los familiares".
Asimismo ha pedido a las parroquias que, "junto con cada una de sus comunidades celebren la Eucaristía de este día y los días subsiguientes, teniendo entre las intenciones de forma especial a los migrantes masacrados, quienes, con el afán de buscar una mejor calidad de vida, la perdieron en el intento".
Por último, el prelado ha pedido oraciones "para que los responsables de buscar la seguridad de la población encuentren las estrategias adecuadas para que cese el derramamiento de sangre y toda violencia; además para que el Señor inspire caminos de bien a quienes la provocan".