«Sin el sacerdote no sé cómo podríamos continuar, nos faltaría la poca esperanza que nos queda»
La crisis de Venezuela tiene numerosos rostros. Entre todos ellos hay una parte de la población de la que poco se ha contado en las noticias que llegan desde el país sudamericano. Se trata de los sacerdotes, obispos, religiosas y otros miembros del clero. La Iglesia venezolana, a pesar de su enorme labor pastoral y social, está sufriendo la misma situación que el resto de la sociedad: falta de alimentos, medicamentos, inseguridad…
“Para poder subsistir doy clases en un colegio y atiendo la capellanía de un hospital. También doy clases en el seminario, pero apenas consigo mantenerme”, asegura el padre Ángel Colmenares, un jovencísimo sacerdote de la Diócesis de La Guaira, en la costa central de Venezuela. “Existen muchas tentaciones en estos tiempos de crisis. La principal es la de acomodarse. Dejarse llevar y no hacer nada ante la desesperación.”
Otra tentación fuerte, debido a las numerosas necesidades materiales, es la de marcharse del país. Más de 4 millones y medio de personas han abandonado Venezuela en los últimos años, según datos de Naciones Unidas. “Los sacerdotes también sentimos la tentación de marcharnos. Más aún, si alguno tiene familiares con falta de recursos, salir fuera es una oportunidad para ayudar”.
La Iglesia venezolana es de las pocas instituciones que se mantienen en pie en el país y posee una credibilidad intacta. “Sin el sacerdote, no sé cómo podríamos continuar aquí, nos faltaría la poca esperanza que nos queda”, comenta una feligresa de la parroquia Beata María de San José, en Catia La Mar, de la que es párroco el padre Colmenares.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) está apoyando activamente a la Iglesia venezolana en su labor pastoral y asistencial. El padre Ángel recibe una ayuda económica de ACN para su subsistencia, a través de estipendios de Misa: “Con esta ayuda puedo cubrir mis gastos y además siempre trato de guardar una parte para otras necesidades de la parroquia o de la gente más pobre. Gracias por vuestro apoyo. No os olvidéis de Venezuela y seguid rezando por nosotros”.
Puede ayudar a los sacerdotes de Venezuela y su imprescindible entrega en un momento de emergencia AQUÍ a través de la campaña Yo contigo, Venezuela de Ayuda a la Iglesia Necesitada