Colombia es uno de los primeros países del "ranking" en esoterismo, hoy camuflado en el narcotráfico
El nuevo satanismo, estilo «Pablo Escobar»: una diócesis pide exorcismos masivos «ante el maligno»
Tres domingos de exorcismos para "pedir protección" ante un alarmante incremento de las prácticas satánicas: fue una de las principales consignas que transmitió el arzobispo de Ibague (Colombia), monseñor Orlando Roa Barbosa, en plena celebración de la Asamblea Sinodal en Tolima, uno de los 32 departamentos de la república hispanoamericana.
Durante el evento, Barbosa se refirió a los mensajes emitidos por sacerdotes a la diócesis alertando de que "muchas prácticas satánicas" se están celebrando en Colombia. El "impacto" y "preocupación" generados en el arzobispo le llevaron a sugerir a los sacerdotes que realizasen el exorcismo de León XIII en las parroquias.
“Pueden hacerlo durante tres domingos, hacerlo dentro de ocho días y dentro de quince días, ojalá con Hora Santa, este exorcismo de León XIII. Es una manera de espiritualizar un poco más nuestra vida y pedir protección ante las asechanzas del maligno, que no descansa”, añadió el arzobispo.
En este sentido, el sacerdote y párroco de la catedral de la diócesis incidió en el diario El Olfato que esta oración se debe hacer "cuando se expone el Santísimo Sacramento en el templo y luego se hace adoración durante una hora. Al final, antes de dar la bendición, se hace la oración", mencionó.
Satanismo bajo apariencia de narcos
Las sectas a las que se refiere el obispo, con un claro origen e influencias mexicanos, tienen la peculiaridad de que se organizan como auténticos cárteles de narcotraficantes, con macabros asesinatos y ajustes de cuentas entre sectas que se producen con no poca frecuencia.
Por ello, las alertas de los religiosos coinciden con las de cada vez más políticos y autoridades que advierten de este fenómeno.
El "cártel de los brujos" es uno de los más representativos de esta corriente de "satanismo organizado", según denuncia el reconocido periodista colombiano Henry Orozco en El Tiempo.
Y es que, en Tolima, "la brujería es un cartel como el de la droga", integrado por "los políticos, comerciantes pudientes y funcionarios de la policía de mayor renombre", indica Orozco.
Lo impactante es que prácticas que pueden ser consideradas ocultistas en Occidente como "los amarres, cambiar la suerte, alejar personas mediante la hechicería o incluso acabar con la vida de otra persona" forman parte de la vida diaria en Colombia, y por ello el arzobispo llama a la oración de los sacerdotes y fieles.
Los integrantes de estos cárteles destacan por las elevadas cantidades de dinero que pueden solicitar por sus servicios de brujería a edades tan tempranas como los 20 años. "Los trabajos que ofrecen pueden oscilar entre 1.000.000 y 3.000.000 de pesos colombianos [235 y 700 euros], incluso más, y los pagos los hacen mediante empresas de cambios de divisas", cuenta Orozco en una de sus investigaciones.
Rituales satánicos contra la justicia
“Esta actividad ha venido en aumento en El Espinal, tiene aceptación y respaldo en muchos sectores. Lo que no es claro es quiénes pagan tanto dinero por ese tipo de cosas y por qué quienes dicen practicarla ganan tanto”, indicó a la agencia colombiana API un funcionario judicial.
De este modo, en no pocas zonas de Colombia es costumbre para las autoridades policiales investigar delitos que relacionan a narcotraficantes mexicanos con miembros de estas sectas y cárteles de brujería, que "prestan servicios a delincuentes con la promesa de que a través de sus ritos pueden ser capturados" a cambio de cifras millonarias.
Especialmente sonado fue el asesinato de Delio Augusto Barrios, uno de los esotéricos "más conocidos de la región" e integrante del Cártel de los Brujos, en lo que las autoridades catalogan como un "ajuste de cuentas" entre sectas "narcosatánicas" de El Espinal.
Otro de los cárteles es el conocido como "La Secta", liderada entre otros por el detenido "Samuel el brujo": como peculiaridad, "tenía en su residencia un lugar adecuado con calaveras, muñecos y fetiches donde practicaba la santería a los hombres de esta organización para supuestamente evadir y confundir la labor de las autoridades y así poder perpetrar todos y cada uno de los actos criminales", recoge El Universal.
El mayor "narco" de Colombia, Darío Antonio Úsuga alias "Otoniel", fue detenido en octubre de 2021: al detenerlo, las fuerzas de seguridad descubrieron que "La Secta" frecuentaba los brujos y, cabecillas y lugartenientes también acudían a la santería.
Tercer país del mundo en el ranking satanista
"En El Espinal es mucho el dinero que circula proveniente de estas prácticas; es un negocio que todos conocen pero que pocos se atreven a revelar; es muy común escuchar decir que este negocio le ha transformado la vida a muchos jóvenes que antes se dedicaban a ser ayudantes de construcción o a lavar carros. Ahora son estos mismos quienes predominan con el cártel de brujos", menciona una fuente anónima al periodista de El Tiempo.
Si bien este alarmante crecimiento ha sido recientemente anunciado por las autoridades religiosas de la diócesis, el fenómeno del satanismo lleva años asolando Colombia.
Tal y cómo denunció el difunto sacerdote y exorcista colombiano Jaime Vélez Correa, no pocas localidades de la capital cuentan desde 2007 con decenas de sectas satánicas cada una. Estas llaman mucho la atención de los jóvenes y hacen de Colombia uno de los mayores países con prácticas satánicas, al nivel de Estados Unidos o Italia.