El Constitucional colombiano permite las drogas en la calle y los obispos piden medidas y prevención
La Corte Constitucional de Colombia ha dictaminado que no es constitucional una ley de 2016 del Código de Policía Nacional que prohibía el consumo de alcohol o sustancias psicoactivas en espacio público.
El dictamen de la Corte Constitucional ha provocado un debate sobre cómo debe ser la lucha contra las adicciones en Colombia. Y los obispos colombianos participan en este debate social con un comunicado de la Conferencia Episcopal.
“Cuando estamos alarmados por el incremento de la drogadicción y buscamos cómo prevenirla y contrarrestarla, consideramos que esta decisión va en contravía de los esfuerzos de tantas personas e instituciones para romper el círculo de corrupción, violencia y muerte que el consumo y tráfico de estupefacientes han generado en nuestro país”, afirma la nota.
Los obispos católicos declaran su “honda preocupación y desconcierto” frente a la sentencia. “No es posible ignorar las consecuencias funestas del alcoholismo y de la drogadicción en nuestro país – denuncian los obispos – en especial los riesgos que representan para nuestra niñez y juventud”. Tenemos que reconocer que las drogas, señalan los obispos, son una herida que causa gravísimos males en nuestra sociedad.
Compromiso para prevenir, tratar y rehabilitar
Los obispos hacen un “llamado a las Instituciones del Gobierno y la sociedad civil para que nos comprometamos activamente en proyectos de prevención, tratamiento y rehabilitación de las adicciones”. Piden también una mayor coordinación de las políticas contra la dependencia de alucinógenos.
"La droga no se vence con la droga"
Los obispos citan una frase del Papa Francisco, quien dijo que “la droga no se vence con la droga”. Insisten los prelados: “todos están llamados a combatir la producción, el procesamiento y la distribución de las drogas en el mundo”.
Animan a las familias e instituciones educativas, para que susciten en niños y jóvenes los valores que aseguran su crecimiento integral.