La Renovación Carismática transforma ciudades, dice el arzobispo Ozoria en su gran encuentro latino

¿Cuántos católicos carismáticos hay en América Latina? No hay cifras actualizadas. En el año 2000 la coordinadora internacional de la Renovación Carismática con sede en Roma (www.iccrs.org) calculaba que en Latinoamérica (incluyendo Caribe y Brasil) había 106.000 grupos de oración carismática, con 11 millones de miembros asiduos (que participan en casi cada encuentro, por lo general quincenal o semanal) y otros 31 millones de asistentes adicionales, que acuden a retiros, asambleas y jornadas de forma menos regular. En cifras, es la mayor realidad eclesial.

Delegados de toda América Latina llegaron esta semana pasada a Santo Domingo (República Dominicana) para participar en el Encuentro Carismático Católico Latinoamericano ECCLA 2016, que se clausuró con una gran misa y adoración en el Palacio de los Deportes este domingo 16 de octubre a la que asistieron muchos miles de dominicanos.  

Presidió la celebración el nuevo arzobispo de la diócesis de Santo Domingo, Francisco Ozoria, que lleva menos de dos meses al frente de esta diócesis de 3,5 millones de fieles. Participaron diversos obispos del país caribeño. Acudió además la primera dama dominicana, Cándida Montilla de Medina. 

Orar no es solo pedir
Sabiendo que mucha gente se acerca a la espiritualidad carismática en busca de milagros y curaciones -aunque la Renovación hace más bien hincapié en la oración de alabanza-, el arzobispo quiso hablar de cómo orar. 


  Momentos iniciales de la adoración al Santísimo en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo, República Dominicana, con delegados de la Renovación Carismática de toda Hispanoamérica

“Normalmente pedimos mucho en la oración y no nos recordamos de ofrecer al Señor. Como en los tiempos de Jesús hoy muchas personas viven buscando beneficios personales, milagros y curaciones, eso es lícito y bueno pero no tiene que quedarse ahí… No hagamos de nuestra oración un sindicato de quejas o un pliego de demandas”, indicó Ozoria.

Recordó que la vida de oración es esencial y necesaria en las iglesias, en la familia y en los grupos. 

La Renovación que transforma la sociedad
También reconoció la capacidad de la Renovación Carismática de transformar las sociedades, y puso el ejemplo de la ciudad de Nagua, una población de 80.000 habitantes muy impactada por los grupos carismáticos católicos, sobre todo por la Comunidad de Siervos de Cristo Vivo fundada desde allí por el ya fallecido sacerdote Emiliano Tardiff.

Antes se decía que Nagua era un sitio peligroso donde no se podía entrar. “Después que entró la Renovación eso fue cambiando y Nagua ha sido transformada, de verdad, de Nagua hay una vida distinta, vida cristiana, vida de fe, el dicho ha ido cambiando y ya no se dice más porque la Renovación ha ido cambiando a Nagua y toda la zona”, aseguró el arzobispo.

Finalmente, Ozoria felicitó a los carismáticos que se acercan a sus 50 años de historia (nacieron con un retiro de estudiantes de la universidad de Duquesne, EEUU, el 17 al 19 de febrero de 1967) y lo celebran con distintos eventos en todo el mundo. 

En la actividad se hicieron reconocimientos póstumos a los sacerdotes fallecidos Emiliano Tardif (misionero canadiense en proceso de beatificación, que desde su sede dominicana viajó por todo el mundo) y el jesuita Benigno Juanes. 

La música de alabanza y adoración, muy importante en la oración carismática, corrió a cargo de distintos ministerios de música y líderes de alabanza: Shalom Pa ti, Enrique Félix, Anthony Jesús, Angelito Villalona, Propiedad de Cristo, 4X7 y Renacer en el Espíritu. 

  Vídeo casero con momentos de la adoración al santísimo en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, Santo Domingo, República Dominicana, el 16 de octubre