40.000 fieles celebraron la canonización en Villa Cura Brochero
Ni el granizo ni el gélido frío pudieron con la multitud que acompañaba al Cura Brochero en su villa
El amor de la gente sencilla por el nuevo santo José Gabriel Brochero, más conocido como el “Cura Gaucho” quedó de manifiesto durante la celebración de la canonización a la que asistieron en la Villa a la que este sacerdote sirvió durante prácticamente toda su vida y que ahora lleva su nombre.
Allí más de 40.000 fieles aguantaron un enorme chaparrón, con granizo incluido, y el frío de la madrugada argentina con tal de ver en los altares a uno de los suyos, el primer santo argentino. Esta resistencia heroica evidenciaba la gran devoción que existe por el cura Brochero en Argentina. No cabía ni un alfiler en esta localidad de apenas ocho mil habitantes.
La ilusión de un país con su primer santo
“Viva Brochero, viva el cura José Gabriel del Rosario Brochero, nuestro Cura Gaucho”, gritaba uno de los sacerdotes que presenció la canonización desde la villa de este nuevo santo.
La emoción y también las lágrimas invadieron a muchos de las miles de personas que llenaron la villa. Y uno de los momentos más emotivos se produjo cuando en las pantallas apareció el Papa Franscisco bendiciendo a Nicolás Flores, el adolescente de 16 años que fue curado por la intercesión del cura Brochero y cuyo milagro ha sido definitivo a la hora de poder canonizar a este sacerdote.
Entre los presentes también estuvo el vicegobernador de Córdoba, Martín Llaryora, la región en la que se encuadra esta villa y definió al cura gaucho como “una imagen a imitar, un modelo a seguir”.
Tras una noche de frío y lluvia miles de fieles celebraron la canonización del cura brochero
“Creo que nunca pensó que iba a ser santo, siempre actuó con sus pensamientos, con su convicción. Él muere con lepra, porque asistía a los enfermos a los que nadie se quería acercar, y él estaba ahí”, comentó al diario Telam.
Un santo que "se arrodillaba mucho"
También los obispos argentinos estaban exultantes por la canonización del primer santo argentino. Monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, en cuyo territorio desarrolló su intensa labor José Gabriel Brochero, afirmaba que “la predicación de Brochero fue su propia vida. Y como lo define el Papa Francisco, fue un cura ‘que supo ponere la patria al hombro”.
También reveló los datos que recavaron los forenses cuando analizaron las reliquias de este sacerdote para dar así inicio al proceso de canonización: “Los forenses señalaron que en los huesos de Brochero, en las rodillas, había marcas. ‘Este hombre se arrodillaba mucho’, me dijeron. Ese era Brochero, un cura que se arrodillaba mucho”.
Hasta El País alaba al nuevo santo
Incluso el diario español El País, tradicionalmente anticlerical, ha alabado en un extenso artículo al cura brochero y afirma que “desde este domingo, convertido ya en santo, este ‘pastor con olor a oveja’ que usó la política para alcanzar el bien común será también patrono tácito de aquel modelo de sacerdote que el Papa quiere para la Iglesia”.
Allí más de 40.000 fieles aguantaron un enorme chaparrón, con granizo incluido, y el frío de la madrugada argentina con tal de ver en los altares a uno de los suyos, el primer santo argentino. Esta resistencia heroica evidenciaba la gran devoción que existe por el cura Brochero en Argentina. No cabía ni un alfiler en esta localidad de apenas ocho mil habitantes.
La ilusión de un país con su primer santo
“Viva Brochero, viva el cura José Gabriel del Rosario Brochero, nuestro Cura Gaucho”, gritaba uno de los sacerdotes que presenció la canonización desde la villa de este nuevo santo.
La emoción y también las lágrimas invadieron a muchos de las miles de personas que llenaron la villa. Y uno de los momentos más emotivos se produjo cuando en las pantallas apareció el Papa Franscisco bendiciendo a Nicolás Flores, el adolescente de 16 años que fue curado por la intercesión del cura Brochero y cuyo milagro ha sido definitivo a la hora de poder canonizar a este sacerdote.
Entre los presentes también estuvo el vicegobernador de Córdoba, Martín Llaryora, la región en la que se encuadra esta villa y definió al cura gaucho como “una imagen a imitar, un modelo a seguir”.
Tras una noche de frío y lluvia miles de fieles celebraron la canonización del cura brochero
“Creo que nunca pensó que iba a ser santo, siempre actuó con sus pensamientos, con su convicción. Él muere con lepra, porque asistía a los enfermos a los que nadie se quería acercar, y él estaba ahí”, comentó al diario Telam.
Un santo que "se arrodillaba mucho"
También los obispos argentinos estaban exultantes por la canonización del primer santo argentino. Monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, en cuyo territorio desarrolló su intensa labor José Gabriel Brochero, afirmaba que “la predicación de Brochero fue su propia vida. Y como lo define el Papa Francisco, fue un cura ‘que supo ponere la patria al hombro”.
También reveló los datos que recavaron los forenses cuando analizaron las reliquias de este sacerdote para dar así inicio al proceso de canonización: “Los forenses señalaron que en los huesos de Brochero, en las rodillas, había marcas. ‘Este hombre se arrodillaba mucho’, me dijeron. Ese era Brochero, un cura que se arrodillaba mucho”.
Hasta El País alaba al nuevo santo
Incluso el diario español El País, tradicionalmente anticlerical, ha alabado en un extenso artículo al cura brochero y afirma que “desde este domingo, convertido ya en santo, este ‘pastor con olor a oveja’ que usó la política para alcanzar el bien común será también patrono tácito de aquel modelo de sacerdote que el Papa quiere para la Iglesia”.
Comentarios