El Papa pide a los obispos de Panamá que no teman hacer lío con la JMJ: 20 años sin visitas papales

Desde 1983, cuando Juan Pablo II hizo una gira por Centroamérica, los países de la región no han recibido una visita papal (aunque es verdad que Juan Pablo II y Benedicto XVI han acudido al cercano México, que geográficamente en Norteamérica). Panamá y sus vecinos son, pues, "periferia", y esa es una de las posibles razones por las que Francisco ha elegido al país del canal como anfitrión de las JMJ de 2019.

El Santo Padre saludó este miércoles a los obispos de Panamá y les aseguró que tienen entre manos un  “tremendo lío”, explica la agencia Zenit, pero les ha pedido que “no tengan miedo de seguir armando lío”.

Así lo ha indicado José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá. Junto con el cardenal José Luis Lacunza, arzobispo de David y Manuel Ochogavía, obispo de Colón, han dado una rueda de prensa, después de la audiencia general del miércoles con el papa Francisco, para precisar algunos detalles sobre la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Panamá en 2019.

El arzobispo Ulloa ha asegurado que la JMJ de 2019 en Panamá estará marcada por la tradición y cultura del país. Se organizarán noches muy animadas, bailes, salsa y se sentirá la realidad indígena y afro.

Asimismo, ha indicado que no están pensando solo en el momento de 2019, “queremos empezar a trabajar desde ahora y sobre todo en Centroamérica” para sacar a los jóvenes de la “exclusión y la marginalidad”. Este es “nuestro trabajo”, ha matizado. 

Queremos hacer realidad –ha precisado– "lo que somos como pañamenos: puente del mundo, corazón del universo, abierto a acoger siempre a los hermanos".



Por otro lado, también ha recordado la importancia de la situación geográfica de este país. Panamá tiene algo muy especial que es “su conectividad” a nivel terrestre, aérea y marítima. “Somos un país puente y eso ofreceremos a la gente”, ha el obispo Ochogavía.

Asimismo, Ulloa ha precisado que esto es un proyecto de país y ha reconocido que la Iglesia como tal, siendo honesto, no puede llevar adelante sola. “Hemos recibido la ayuda del Gobierno que nos va a facilitar toda esa infraestructura que una JMJ conlleva para que realmente pueda dar los verdaderos frutos”, ha explicado el prelado a los medios.

El cardenal Lacunza (es un misionero navarro, en Panamá desde los años 70, creado cardenal por Francisco en febrero de 2015)  explicó que debido al clima de Panamá, se está considerando que la JMJ se celebre entre los meses de enero y marzo, es decir, en la temporada seca. El purpurado también ha explicado que han recibido el apoyo de toda la Iglesia de Centroamérica, y la JMJ afectará a toda la región.

El arzobispo de Panamá ha asegurado además que han encomendado la preparación de este encuentro de la juventud al beato Óscar Arnulfo Romero, “modelo de pastor cercano y que entrega la vida por los demás”, “capaz de denunciar pero también de anunciar”.

También han puesto la JMJ en manos de Santa María la Antigua, primera advocación mariana en tierra firme.

Respecto a la seguridad, Ulloa ha precisado que Panamá ya ha organizado eventos como la Cumbre de las Américas, y se sienten preparados para acoger una JMJ, aunque si fuera necesario se pedirá ayuda a los países vecinos.