Francisco, los obispos argentinos y la Iglesia ofrecen oración y apoyo a las víctimas de Rosario

La Iglesia en Rosario (Argentina) inició un operativo de emergencia para ayudar a los damnificados de la trágica explosión ocurrida ayer en el centro de la ciudad en la mañana del 7 de agosto, que causó 10 víctimas mortales, más de 60 heridos y 11 desaparecidos.

Visitando hospitales
El arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, junto a otros sacerdotes de parroquias cercanas, han acudido a acompañar a heridos y familiares y confortarles con los sacramentos. Por la tarde recorrieron los hospitales y centros donde se ofrece información (Jujuy y Oroño) y apoyo (Balcarce y San Luis).

Acción Católica
La Comisión Arquidiocesana de Jóvenes ha convocado a todos los integrantes de Acción Católica para que se acerquen a brindar su ayuda en lo que sea necesario en la Facultad de Ciencias Médicas de la ciudad. Para donaciones de sangre, deben comunicarse al CEMAR: (0341) 480-2555, según informó la agencia AICA.

Cáritas diocesana
Caritas Rosario ha pedido el apoyo de las parroquias y comunidades religiosas para que den a conocer al arzobispado o al sacerdote Fabián Belay (0341) 15-348-3540, la disponibilidad en sus lugares para recibir a las familias que no pueden regresar a sus viviendas.

Misa de San Cayetano en Rosario
La tradicional Misa de San Cayetano, que se celebró en la Plaza Libertad, se ofreció por las víctimas mortales, por los heridos y por sus familiares.



El Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, envió su pésame en nombre de todos los obispos, convocando a solidarizarse y unirse en oración “por los hermanos sufrientes”.

Mensaje del Papa Francisco
También el Papa Francisco envió sus condolencias y bendición apostólica a los familiares de los fallecidos en la explosión. El Pontífice expresó su "paternal solicitud y cercanía" también con los heridos y damnificados por la tragedia.

El Pontífice pidió "elevar fervientes plegarias al Señor para que conceda su consuelo a los afectados por esta desgracia, inspirando en todos los sentimientos de esperanza cristiana y de solidaridad fraterna".

La carta expresa que el Santo Padre Francisco, está "vivamente apenado" tras conocer la dolorosa noticia de la violenta explosión en la ciudad de Rosario. El mensaje se leyó en la procesión y misa de San Cayetano en la Plaza Libertad.

Misa en Buenos Aires
Al presidir la Misa central en el santuario de San Cayetano, del barrio porteño de Liniers, el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, llamó a "no dejarse abatir por el desánimo" y apelando a palabras del Papa Francisco pidió "cultivar y trabajar por una cultura del encuentro".



El arzobispo afirmó que "cuando se cierran las puertas unos a otros, como a muchos de ustedes, Dios abre las puertas del santuario y de la esperanza".

Antes de iniciar la ceremonia, el sucesor del ahora Papa Francisco en la sede de Buenos Aires puso entre las intenciones de la misa el "dolor del pueblo de Rosario" y pidió rezar por las víctimas mortales y sus familiares.

"Que Dios ponga la mano sobre ese desastre y se encuentre a las personas desaparecidas", rogó ante la multitud reunida frente al altar levantado en la calle Cuzco.