Decenas de miles de personas, con los obispos argentinos, rezan en Luján por la mujer y la vida
El domingo 8 de marzo, en el Día internacional de la Mujer, miles de personas participaron de la celebración de la Santa Misa desde la Basílica de Nuestra Señora de Luján (Argentina), con motivo de celebrar la vida desde la concepción y el Día Internacional de la Mujer.
Según la Fundación Más Vida, una de las ONG provida más importantes de Argentina y que estuvo presente en el evento, hubo más de 100 mil asistentes. Las fotos muestran una multitud de decenas de miles de personas.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Óscar Ojea, obispo de San Isidro, presidió la celebración, acompañado por los miembros de la Comisión Ejecutiva: Cardenal Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires; Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza; y Carlos Malfa, Obispo de Chascomús. Estuvieron también el Arzobispo de Mercedes-Luján, Eduardo Scheinig, el presidente de la Comisión Episcopal de Vida, Laicos y Familia, Pedro Laxague, y el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica, Aliaksandr Rahinia, entre otros obispos.
La explanada ante la basílica de Luján se llenó de fieles para rezar por las mujeres en dificultad y por la defensa del niño por nacer, convocados por los obispos
En su homilía, Óscar Ojea precisó que “en esta Eucaristía venimos a celebrar y a agradecer, unidos al sentir de tantas personas en el mundo en este día internacional de la mujer, la vida de tantas mujeres”.
“Valoramos su presencia insustituible en las familias y celebramos el lugar cada vez más amplio que tienen en nuestra sociedad”, dijo el obispo, y agregó que todos llegaron hasta Luján para “pedir por todas las mujeres para que se respete su vida, su integridad y sus derechos, superando todo tipo de exclusión”.
“Pero de un modo especial, queremos celebrar y agradecer, la cercanía y el compromiso de las mujeres con la vida”, dijo el Prelado, haciendo referencia a aquellas “mujeres inteligentes y valientes que se juegan la vida día a día, esa vida que se anunció alguna vez en un embarazo no planeado, que tal vez no llega en el mejor momento, pero que están totalmente entregadas a acompañar ese nuevo ser que han recibido”.
Ojea subrayó que son “millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes” que “tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción y que una persona distinta de su madre va desarrollándose en su seno”. Además, resaltó que “es injusto y doloroso llamarlos anti-derechos o hipócritas”.
“En realidad valoramos y defendemos los derechos de toda vida y de cada vida. De toda mujer y de cada niño o niña por nacer”, afirmó el Presidente de la CEA.
Resaltó “que no es lícito eliminar ninguna vida humana como afirma nuestra Constitución Nacional” y que “la violencia y la muerte son exactamente lo contrario del proyecto de Jesús”.
“La vida es el primer derecho y sin él no puede darse ninguno más. Lo reclamamos para todos en cualquier edad o situación en la que se encuentre esa vida y de un modo especial para quien se halla débil, desprotegido e indefenso” aseguró.
Ojea dijo que los miembros de la Iglesia “deploramos con todas las fuerzas de nuestro corazón la crueldad de los femicidios y todo tipo de violencia y discriminación ejercida contra las mujeres”, como “el abuso en todas sus formas sexual, psicológico, y de poder, cualquiera sea el ámbito en el que se produzca, en la familia, en el trabajo, la escuela, en la calle y dolorosamente lo decimos también en la Iglesia”.
“Renovamos en esta Eucaristía nuestro compromiso de desterrar de entre nosotros una cultura que pueda favorecer el encubrimiento y cualquier tipo de silencio cómplice ante este delito”, señaló el obispo.
En otro momento de su homilía habló sobre la crisis socioambiental e hizo eco del pedido del Papa Francisco su encíclica Laudato Si’, para “construir juntos una cultura del cuidado que se oponga al maltrato con el que esta cultura tecnocrática está castigando al planeta y a los pobres”.
También propuso el buen diálogo para resolver los temas que se encuentran hoy en el debate público, con el fin de “analizar la complejidad de las situaciones desde el respeto, el discernimiento y la razón y no desde la dialéctica emocional de quien se impone y silencia al que piensa y siente distinto”.
Ojea afirmó que el clero católico defiende “la implementación de una educación sexual verdaderamente integral” y se suman a una “política que reconozca en la sociedad la igual dignidad de varones y mujeres”.
“Acompañaremos todas las políticas sociales que favorezcan la atención a la mujer embarazada especialmente en situaciones de conflicto y de extrema vulnerabilidad. Ya lo estamos haciendo en muchas de nuestras comunidades a través de los hogares del abrazo maternal y de otros espacios de atención a las mujeres”, contó el Prelado.
Al final de la homilía pidió a la Virgen María que “nos enseñe una verdadera pedagogía del cuidado, que nos preserve de la conciencia aislada e individualista y del deterioro de nuestros vínculos y que nos guíe por el camino de la fraternidad que es el camino del evangelio”.
Ayelen Alancay, dirigente de la Fundación Mas Vida, dijo que “en nuestro día, esta es una de las mayores manifestaciones de fe que tuvo la Argentina, y también una ocasión de encuentro para decir que la mayoría de los argentinos defendemos a las mujeres y a la vida”.
“Con el aborto no solamente se mata la vida de un niño inocente, sino que muchas veces también a la vida de la madre, que cuando no muere es seriamente lesionada, física o emocionalmente, y eso es desconocido por este gobierno que intenta errar el camino como hizo Macri hace un año y medio. Por eso nuestro lema es: Salvemos las dos vidas”, sostuvo.
En la Misa también estuvieron presentes “Alma” el muñeco gigante que representa un feto de 11 semanas, y una fuerte presencia de cristianos evangélicos, lo que generó una gran ovación de los asistentes.
También en la Merced, en Tucumán, 5.000 personas
Lejos de Luján, una multitud celebró pese al terrible calor frente a la basílica de La Merced, en Tucumán con el lema “Sí a las mujeres, sí a la vida”. en tiempos en que Argentina se prepara para un nuevo round en el escenario legislativo, con un proyecto sobre el aborto que enviará el propio Presidente.
La Gaceta de Tucumán recoge que "el termómetro marcaba 36° de sensación térmica y no había sombrero, sombrilla ni abanico que resistiera al sofocón del mediodía".
Misa y oración por las mujeres y los niños por nacer en Tucumán, en la basílica de la Merced
"Una primera fila de funcionarios con la espalda de sus trajes empapada representaron al gobernador Juan Manzur que no estuvo en la misa. Estaban los ministros Juan Pablo Lichtmajer (Educación), Rossana Chahla (Salud), Claudio Maley (Seguridad) y los secretarios Silvia Pérez (General de la Gobernación) y Leopoldo Rodríguez (Gobierno). No faltaron la senadora Silvia Elías de Pérez ni los legisladores Raúl Albarracín y Nadima Pecci".
Los fieles se apretaban a la sombra mientras otros se resguardaban bajo sombrillas y sombreros. Las 1.500 botellitas de agua fueron insuficientes. Los organizadores calculan que hubo 5.000 personas.
“En este día de la mujer, estamos en la casa de la Madre de los tucumanos, la Virgen de la Merced, para pedirle por todas las mujeres para que sean respetadas en su dignidad, valoradas en su genio femenino”, inicia su homilía el arzobispo Carlos Sánchez. “Le pedimos a la Redentora de Cautivos (la Virgen), por la auténtica libertad de tantas mujeres oprimidas por diversas esclavitudes como la discriminación, la exclusión y la violencia”, dice. Al leer su mensaje intercala algunas aclaraciones verbales como al mencionar “auténtica libertad” .“¿Cualquiera puede matar a otro?”, se pregunta.
En el momento de las ofrendas estuvo representada la mujer en su diversidad: la trabajadora, la consagrada, la anciana, la madre con sus hijos, la soltera y la estudiante.