Una turba de sandinistas irrumpe violentamente en una iglesia durante la misa para llevarse al santo
Un grupo de “orteguistas” irrumpió nuevamente en una iglesia de la ciudad nicaragüense de Catarina mientras se celebraba la misa en honor a San Silvestre, fiestas que comenzaban en dicha localidad con esta celebración religiosa.
El suceso se produjo este 26 de diciembre. Siguiendo las indicaciones del cardenal Brenes la celebración de estas fiestas se realizó únicamente dentro del templo en un ambiente de oración y espiritualidad debido a la complicada situación socio-política del país y la grave represión que se ha producido durante estos meses. Estas indicaciones se han llevado ya a cabo en distintas parroquias del país.
Llevarse al santo patrón de la iglesia
Esta decisión no gustó a simpatizantes del presidente Ortega del Frente Sandinista, que decidieron irrumpir en la iglesia durante la misa para increpar al sacerdote y llevarse la imagen del santo, lo cual provocó un gran alboroto, pues los fieles que se encontraban en el interior se enfrentaron a los sandinistas y defendieron al sacerdote.
El párroco, Jairo Velásquez, confirmó a La Prensa que el objetivo de los sandinistas era llevarse la imagen de San Silvestre sin su autorización. “Al final de la misa empezaron las presiones y los gritos dentro de la iglesia de que bajáramos al santo”, cuenta el sacerdote.
La turba sandinista estaba conformada por personas que no eran de la localidad de Catarina. Ante tales presiones y la situación que se estaba generando, el sacerdote y el consejo parroquial decidieron que la imagen fuera bajada del trono, pero sin que saliera de la iglesia. Sin embargo, los simpatizantes del presidente Ortega insistieron en llevársela.
El rezo del Rosario
“Se bajó la imagen, pero hubo un intento de llevársela, con expresiones de confrontación y de pleitos, pero no llegó a más porque los fieles de la parroquia comenzaron a rezar el rosario hasta que las personas se retiraron del templo”, dijo el religioso.
El padre Velásquez señaló que de acuerdo a los fieles de la parroquia, el grupo de personas que hizo el desorden en el templo no pertenece a la parroquia, “lo cual genera suspicacias” de su actuar.