Varapalo judicial al lobby gay en el caso Reig Pla: opinar sobre la homosexualidad no es delito
La Audiencia Provincial de Madrid considera que el obispo de Alcalá y anterior obispo de la Diócesis de Cartagena, Juan Antonio Reig Plá, ejerció su derecho a la libertad ideológica, religiosa y de opinión al hablar sobre la homosexualidad durante una homilía oficiada en 2012.
El tribunal madrileño desestima el recurso de apelación que el partido político "Soberanía de la Razón", que preside el polémico abogado murciano José Luis Mazón, famoso básicamente por sus abundantes pleitos y campañas judiciales anticlericales, interpuso contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 6 de Alcalá de archivar la querella presentada contra el prelado por considerar que no constituyó la comisión de un delito de provocación a la discriminación del colectivo gay.
Este José Luis Mazón es el mismo que presentó una estrambótica demanda contra el Colegio de Abogados de Murcia por tener como patrón a San Ramon de Peñafort (el juez José Miñarro no sólo desestimó la demanda sino que le rebatió con datos culturales e históricos todos sus argumentos demagógicos, léalo aquí). También ha contribuido a atascar los juzgados con absurdas denuncias pidiendo que se retiren monumentos como la Cruz de la Muela o el Cristo de Monteagudo. Como son temas de cierta relevancia mediática, sobre todo local, muchos piensan que lo hace tanto por publicidad gratuita como por militancia laicista radical.
El abogado José Luis Mazón ha vuelto a perder así otro
de sus casos esperpénticos contra símbolos o
personalidades católicas; casi siempre pierde,
pero al menos consigue salir en la prensa
Lo que de verdad dijo el obispo Reig Pla
El 7 de abril de 2012, día de Viernes Santo, era un momento para reflexionar, con la muerte de Jesús en la Cruz, sobre las muertes y cruces que esclavizan a los hombres... y así lo hizo el obispo de Alcalá en su homilía, restransmitida en directo por televisión.
Aunque incluso hoy las notas de Agencia Efe dicen textualmente que "arremetió contra la homosexualidad", y aunque la reacción demagógica de muchos fue asegurar que el obispo enviaba al infierno a los homosexuales, la verdad es que el obispo en realidad no hablaba de homosexuales, sino de personas con atracción homo-erótica no deseada o confusa y que la refuerzan conductualmente en ambientes que les hacen sufrir, ambientes en los que vivirán un infierno, como la prostitución homosexual, por ejemplo. Esta fue su frase:
«Quisiera decir una palabra –dijo Reig Plá– a aquellas personas llevados por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana. Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno».
[Sobre el infierno de las personas que practican la prostitución homosexual recomendamos leer este testimonio del diácono Edward Green y su ministerio callejero].
Mazón denunció al obispo al entender que cometió un delito de "provocación a la discriminación" del artículo 510.2 del Código Penal.
Dos juzgados respaldan la libertad de expresión
Sin embargo, al igual que hizo ya el Juzgado de Instrucción, la sección número 23 de la Audiencia Provincial de Madrid ha considerado que las palabras pronunciadas por el obispo denunciado no suponen la comisión de delito porque «no contienen incitación alguna al odio, a la discriminación o a la violencia contra los homosexuales, que es el grupo al que se refiere, sino que se limitan a poner de manifiesto las ideas de Monseñor Reig Plá sobre las personas de esa orientación sexual».
Más allá de sumar un ridículo más al historial esperpéntico de anticlericalismo del abogado Mazón, para los lobbies gays es un varapalo porque es una segunda sentencia reforzando el derecho de un obispo -y cualquier otro ciudadano- a "poner de manifiesto sus ideas sobre las personas de esa orientación sexual", incluso criticando sus conductas, mientras no se incite al odio o a la violencia.
El tribunal madrileño desestima el recurso de apelación que el partido político "Soberanía de la Razón", que preside el polémico abogado murciano José Luis Mazón, famoso básicamente por sus abundantes pleitos y campañas judiciales anticlericales, interpuso contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 6 de Alcalá de archivar la querella presentada contra el prelado por considerar que no constituyó la comisión de un delito de provocación a la discriminación del colectivo gay.
Este José Luis Mazón es el mismo que presentó una estrambótica demanda contra el Colegio de Abogados de Murcia por tener como patrón a San Ramon de Peñafort (el juez José Miñarro no sólo desestimó la demanda sino que le rebatió con datos culturales e históricos todos sus argumentos demagógicos, léalo aquí). También ha contribuido a atascar los juzgados con absurdas denuncias pidiendo que se retiren monumentos como la Cruz de la Muela o el Cristo de Monteagudo. Como son temas de cierta relevancia mediática, sobre todo local, muchos piensan que lo hace tanto por publicidad gratuita como por militancia laicista radical.
El abogado José Luis Mazón ha vuelto a perder así otro
de sus casos esperpénticos contra símbolos o
personalidades católicas; casi siempre pierde,
pero al menos consigue salir en la prensa
Lo que de verdad dijo el obispo Reig Pla
El 7 de abril de 2012, día de Viernes Santo, era un momento para reflexionar, con la muerte de Jesús en la Cruz, sobre las muertes y cruces que esclavizan a los hombres... y así lo hizo el obispo de Alcalá en su homilía, restransmitida en directo por televisión.
Aunque incluso hoy las notas de Agencia Efe dicen textualmente que "arremetió contra la homosexualidad", y aunque la reacción demagógica de muchos fue asegurar que el obispo enviaba al infierno a los homosexuales, la verdad es que el obispo en realidad no hablaba de homosexuales, sino de personas con atracción homo-erótica no deseada o confusa y que la refuerzan conductualmente en ambientes que les hacen sufrir, ambientes en los que vivirán un infierno, como la prostitución homosexual, por ejemplo. Esta fue su frase:
«Quisiera decir una palabra –dijo Reig Plá– a aquellas personas llevados por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana. Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno».
[Sobre el infierno de las personas que practican la prostitución homosexual recomendamos leer este testimonio del diácono Edward Green y su ministerio callejero].
Mazón denunció al obispo al entender que cometió un delito de "provocación a la discriminación" del artículo 510.2 del Código Penal.
Dos juzgados respaldan la libertad de expresión
Sin embargo, al igual que hizo ya el Juzgado de Instrucción, la sección número 23 de la Audiencia Provincial de Madrid ha considerado que las palabras pronunciadas por el obispo denunciado no suponen la comisión de delito porque «no contienen incitación alguna al odio, a la discriminación o a la violencia contra los homosexuales, que es el grupo al que se refiere, sino que se limitan a poner de manifiesto las ideas de Monseñor Reig Plá sobre las personas de esa orientación sexual».
Más allá de sumar un ridículo más al historial esperpéntico de anticlericalismo del abogado Mazón, para los lobbies gays es un varapalo porque es una segunda sentencia reforzando el derecho de un obispo -y cualquier otro ciudadano- a "poner de manifiesto sus ideas sobre las personas de esa orientación sexual", incluso criticando sus conductas, mientras no se incite al odio o a la violencia.
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