Roma anuncia que la española Madre María de la Purísima será canonizada allí este 18 de octubre
El próximo 18 de octubre se celebrará en Roma la ceremonia de canonización de la beata Madre María Purísima de la Cruz, sexta madre general del instituto fundado por Santa Ángela en Sevilla en 1876.
Sólo cinco años después de su beatificación, que se celebró en 2010 en el Estadio Olímpico y con la excepcional presencia de la Esperanza Macarena, tan unida al instituto, será elevada a los altares esta santa contemporánea, santa por derecho y por convicción de sus hijas, de quienes la conocieron y de los que se encomiendan a ella.
La peculiar curación del «Carre», armao de la Macarena
Así lo ha anunciado este sábado el Papa Francisco en el Consistorio al que ha asistido el capuchino fray Alfonso Ramírez Peralbo, postulador general de la Causa de Madre María de la Purísima, que ingresa en el catálogo de los santos por la curación de Francisco José Carretero Díaz, «Carre», armao de la Macarena, milagrosamente curado gracias a su intercesión tras permanecer doce días en coma.
[En ReL contamos con detalle su curación y sus peculiares visiones estando en coma, cuando se encontró, dice, con la Virgen que hablaba en tono popular]
Ha sido el segundo milagro necesario para su exaltación a los altares. El primero, por el que fue declarada beata, se reconoció en la curación de la niña Ana María Rodríguez Casado, de La Palma del Condado (Huelva), que nació con una cardiopatía congénita y sin vena cava inferior. A los 13 meses sufrió una parada cardiorespiratoria y sanó gracias a Madre María de la Purísima.
De Madrid a Sevilla
La que será oficializada nueva santa del Instituto de la Cruz, María Isabel Salvat Romero en el siglo, nacida en 1926 en Madrid en el seno de una familia acomodada, ingresó con 18 años en 1944 como postulante en las Hermanas de la Cruz. Un año después vistió por primera vez el hábito y tomó el nombre con el que vivió el resto de su vida.
Madre María de la Purísima de la Cruz hizo los votos perpetuos en 1952. Desde 1977 hasta su fallecimiento en 1998 fue madre general. Sus restos mortales permanecen en la Casa Madre, en la cripta que ocupó Santa Ángela durante cincuenta años.
Sólo cinco años después de su beatificación, que se celebró en 2010 en el Estadio Olímpico y con la excepcional presencia de la Esperanza Macarena, tan unida al instituto, será elevada a los altares esta santa contemporánea, santa por derecho y por convicción de sus hijas, de quienes la conocieron y de los que se encomiendan a ella.
La peculiar curación del «Carre», armao de la Macarena
Así lo ha anunciado este sábado el Papa Francisco en el Consistorio al que ha asistido el capuchino fray Alfonso Ramírez Peralbo, postulador general de la Causa de Madre María de la Purísima, que ingresa en el catálogo de los santos por la curación de Francisco José Carretero Díaz, «Carre», armao de la Macarena, milagrosamente curado gracias a su intercesión tras permanecer doce días en coma.
[En ReL contamos con detalle su curación y sus peculiares visiones estando en coma, cuando se encontró, dice, con la Virgen que hablaba en tono popular]
Ha sido el segundo milagro necesario para su exaltación a los altares. El primero, por el que fue declarada beata, se reconoció en la curación de la niña Ana María Rodríguez Casado, de La Palma del Condado (Huelva), que nació con una cardiopatía congénita y sin vena cava inferior. A los 13 meses sufrió una parada cardiorespiratoria y sanó gracias a Madre María de la Purísima.
De Madrid a Sevilla
La que será oficializada nueva santa del Instituto de la Cruz, María Isabel Salvat Romero en el siglo, nacida en 1926 en Madrid en el seno de una familia acomodada, ingresó con 18 años en 1944 como postulante en las Hermanas de la Cruz. Un año después vistió por primera vez el hábito y tomó el nombre con el que vivió el resto de su vida.
Madre María de la Purísima de la Cruz hizo los votos perpetuos en 1952. Desde 1977 hasta su fallecimiento en 1998 fue madre general. Sus restos mortales permanecen en la Casa Madre, en la cripta que ocupó Santa Ángela durante cincuenta años.
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