60 refugiados que huyeron de la Corea comunista se bautizan en Seúl: el deseo de conocer a Dios
Corea del Norte es un régimen pagano y materialista donde todo está orientado a la veneración exacerbada del líder nacional y su familia, mediante la ideología "juche". A los visitantes extranjeros se les enseñan dos o tres parroquias "católicas" absolutamente controladas por el régimen y que sirven sólo de expositor: no hay obispos ni jerarquía.
Muchos coreanos del norte, cuando llegan al sur, buscan explorar la espiritualidad. A menudo son acogidos por grupos cristianos, católicos y protestantes, y con ellos descubren a Cristo. Es el caso de 60 refugiados de diferentes edades de Corea del Norte que han sido bautizados recientemente en una ceremonia el pasado 18 de junio en una parroquia católica de Seúl, tras una catequesis dirigida por el padre Raymond Lee Jong-nam.
Como suele suceder en Corea, el país del mundo con más bautizos de adultos, a cada nuevo católico se le pedirá que se incorpore a algún movimiento, asociación o cofradía católica.
"Aquí todo el mundo tiene heridas y dolor. Llegaron de un largo camino y ahora ustedes nacen nuevamente a Dios, que los cuida y ama infinitamente. Me gustaría que todos ustedes tengan una nueva vida feliz", predicó el P. Lee Jong-nam, según informó la agencia UCANews.
Corea del Sur lleva décadas preparándose para reevangelizar el Norte cuando las circunstancias lo permitan. La diócesis norteña de Hamhung, que solo existe sobre el papel, ha anunciado un proceso de colaboración con la de Chunchon, en el sur, para preparar sacerdotes y seminaristas para Corea del Norte. El administrador apostólico de Hamhung es monseñor Lucas Kim Woon-hoe, de Chunchon.
El informe de 2014 sobre “Libertad Religiosa en el Mundo” de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) señala que “los refugiados norcoreanos que han conseguido huir denuncian sistemáticamente la falta de libertad religiosa en el interior de Corea del Norte. La mayor parte de ellos afirma que jamás ha conocido a un cristiano ni ha visto una biblia”.
El documento cita el informe publicado en 2013 por el “Centro de Datos para los Derechos Humanos de Corea del Norte”. El estudio señala que “el 99,6 % de los desertores norcoreanos entrevistados aseguraron que no hay libertad religiosa en Corea del Norte, mientras el 75,5 % de ellos manifestaron que las actividades religiosas están penadas con detención y prisión”.
Muchos coreanos del norte, cuando llegan al sur, buscan explorar la espiritualidad. A menudo son acogidos por grupos cristianos, católicos y protestantes, y con ellos descubren a Cristo. Es el caso de 60 refugiados de diferentes edades de Corea del Norte que han sido bautizados recientemente en una ceremonia el pasado 18 de junio en una parroquia católica de Seúl, tras una catequesis dirigida por el padre Raymond Lee Jong-nam.
Como suele suceder en Corea, el país del mundo con más bautizos de adultos, a cada nuevo católico se le pedirá que se incorpore a algún movimiento, asociación o cofradía católica.
"Aquí todo el mundo tiene heridas y dolor. Llegaron de un largo camino y ahora ustedes nacen nuevamente a Dios, que los cuida y ama infinitamente. Me gustaría que todos ustedes tengan una nueva vida feliz", predicó el P. Lee Jong-nam, según informó la agencia UCANews.
Corea del Sur lleva décadas preparándose para reevangelizar el Norte cuando las circunstancias lo permitan. La diócesis norteña de Hamhung, que solo existe sobre el papel, ha anunciado un proceso de colaboración con la de Chunchon, en el sur, para preparar sacerdotes y seminaristas para Corea del Norte. El administrador apostólico de Hamhung es monseñor Lucas Kim Woon-hoe, de Chunchon.
El informe de 2014 sobre “Libertad Religiosa en el Mundo” de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) señala que “los refugiados norcoreanos que han conseguido huir denuncian sistemáticamente la falta de libertad religiosa en el interior de Corea del Norte. La mayor parte de ellos afirma que jamás ha conocido a un cristiano ni ha visto una biblia”.
El documento cita el informe publicado en 2013 por el “Centro de Datos para los Derechos Humanos de Corea del Norte”. El estudio señala que “el 99,6 % de los desertores norcoreanos entrevistados aseguraron que no hay libertad religiosa en Corea del Norte, mientras el 75,5 % de ellos manifestaron que las actividades religiosas están penadas con detención y prisión”.
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