Uno de los productores de «Resucitado» vio siendo niño cómo apedreaban a su madre por llevar la cruz
Pete Shilaimon, uno de los productores de Resucitado [Risen] (que se estrena en España el 23 de marzo) (ver abajo el tráiler), es uno de los muchos iraquíes que tuvieron que abandonar su hogar para vivir su fe sin tener que ocultarse. Esta es su historia.
-Cuéntenos más de su familia. ¿Huyeron de Irak cuando usted era un niño?
-Sí, yo tenía cinco años y huimos por dos grandes razones. La primera fue el gobierno de Saddam; era la época en la que Irak e Irán iban a empezar una guerra entre los dos. La segunda razón fue la libertad religiosa. Somos cristianos asirios caldeos, y nos resultaba muy difícil vivir según nuestra fe al cien por cien sin tener que ocultarnos. Creo que para mí la historia fue algo así: mi madre y yo habíamos salido a por comida siendo yo muy pequeño, y con cinco años -cuatro y medio, cinco años- no recuerdas las historias. Lo que sí recuerdo y lo que sí he visto me impactó profundamente. Básicamente, habíamos salido a comprar comida o algo así y llevábamos colgantes con crucifijos. Mi madre tenía uno y se le salió…
-Su colgante…
-Sí, y al momento lo escondió. Así que, con lo joven que yo era, recuerdo el momento de “esconderlo”, algo extraño para un niño de cinco años. Pero es que luego, camino de vuelta a casa, a mi madre le empezaron a tirar piedras. Ella tenía que estar escondiendo su fe constantemente. Y mi padre y mi madre… no estábamos dispuestos a vivir con miedo y escondiendo nuestra fe. En cuanto a mí, hoy llevo mi cruz con orgullo, y eso es algo que no se puede hacer en muchos países. Así que aquí somos libres de ser quienes somos de verdad y practicar lo que queramos.
-Con sólo cinco años fue testigo de cómo lapidaban a su madre…
-Sí, es un recuerdo que nunca… es un recuerdo que no creo que uno pueda sacarse de la cabeza, jamás. Mis hermanos y mi hermana también están aquí y guardan muchos recuerdos de ese tipo. Pero bueno, sólo fueron tiempos difíciles, fueron tiempos difíciles. Para nosotros, al venir a Estados Unidos y descubrir nuestra libertad, descubrimos nuestra propia voz. Así que ahora es muy duro ver el problema de los refugiados de Siria e Irak. Tengo dos tíos que han huido. Uno de ellos está en Turquía, el otro en Alemania. Lo han perdido todo. Es muy duro. La historia se repite y estamos en las mismas otra vez.
Publicado en Aleteia.
Tráiler de Resucitado
-Cuéntenos más de su familia. ¿Huyeron de Irak cuando usted era un niño?
-Sí, yo tenía cinco años y huimos por dos grandes razones. La primera fue el gobierno de Saddam; era la época en la que Irak e Irán iban a empezar una guerra entre los dos. La segunda razón fue la libertad religiosa. Somos cristianos asirios caldeos, y nos resultaba muy difícil vivir según nuestra fe al cien por cien sin tener que ocultarnos. Creo que para mí la historia fue algo así: mi madre y yo habíamos salido a por comida siendo yo muy pequeño, y con cinco años -cuatro y medio, cinco años- no recuerdas las historias. Lo que sí recuerdo y lo que sí he visto me impactó profundamente. Básicamente, habíamos salido a comprar comida o algo así y llevábamos colgantes con crucifijos. Mi madre tenía uno y se le salió…
-Su colgante…
-Sí, y al momento lo escondió. Así que, con lo joven que yo era, recuerdo el momento de “esconderlo”, algo extraño para un niño de cinco años. Pero es que luego, camino de vuelta a casa, a mi madre le empezaron a tirar piedras. Ella tenía que estar escondiendo su fe constantemente. Y mi padre y mi madre… no estábamos dispuestos a vivir con miedo y escondiendo nuestra fe. En cuanto a mí, hoy llevo mi cruz con orgullo, y eso es algo que no se puede hacer en muchos países. Así que aquí somos libres de ser quienes somos de verdad y practicar lo que queramos.
-Con sólo cinco años fue testigo de cómo lapidaban a su madre…
-Sí, es un recuerdo que nunca… es un recuerdo que no creo que uno pueda sacarse de la cabeza, jamás. Mis hermanos y mi hermana también están aquí y guardan muchos recuerdos de ese tipo. Pero bueno, sólo fueron tiempos difíciles, fueron tiempos difíciles. Para nosotros, al venir a Estados Unidos y descubrir nuestra libertad, descubrimos nuestra propia voz. Así que ahora es muy duro ver el problema de los refugiados de Siria e Irak. Tengo dos tíos que han huido. Uno de ellos está en Turquía, el otro en Alemania. Lo han perdido todo. Es muy duro. La historia se repite y estamos en las mismas otra vez.
Publicado en Aleteia.
Tráiler de Resucitado
Comentarios