De lo ocurrido en Siria contado por un testigo presencial muy lúcido
por En cuerpo y alma
En el Termómetro de Cristianofobia que publiqué ayer para Vds., les prometía un testimonio muy especial de un testigo tan sincero como lúcido de lo que está ocurriendo en Siria. Muchos de Vds., lectores impenitentes de este medio, ya lo conocen porque Religión en Libertad, efectivamente, lo ha publicado en formato video. Pero yo, que lo he visto y escuchado varias veces, me propongo ahora poner negro sobre blanco los puntos principales que expone.
Se trata de la entrevista realizada por el medio televisivo HM televisión, en su programa “Tras las huellas del Nazareno”, a un misionero chileno, el padre Rodrigo Miranda del Instituto del Verbo Encarnado, que lleva cuatro años en el país y ha vivido en primera persona la totalidad de la guerra que lo ha destruído. Su testimonio es un testimonio de primera mano, lúcido como digo, franco, sincero, en absoluto mediatizado por los pruritos y lugares comunes con los que nos gusta trabajar en occidente para acallar nuestras conciencias. Pues bien, todo esto dice Miranda.
Primero se refiere a la información que hemos recibido. “Cuando uno llega a occidente, después de haber vivido esa guerra y de haber visto tantas víctimas... ¡se encuentra con una manipulación tan grande de la información! Recuerdo las cosas que leí sobre el conflicto y no tenían nada que ver sobre lo que nosotros vivimos en esos cuatro años de guerra”.
Y da un consejo a los medios occidentales: “Para nosotros los occidentales sería apropiado intentar entender los conflictos no con nuestros prejuicios ni estructuras de pensamiento artificiales, sino tratar de entender quien es el cristiano de medio oriente o el musulmán en medio oriente”.
Desenmascara también el rol que los medios occidentales han atribuído a cada uno de sus protagonistas. “Cuando se habla del Gobierno de Siria se pone una serie de adjetivos que después a las personas les van sonando y les crean una particular imagen: “dictador”, “régimen”, “totalitarismo”; el rol de Rusia como “el villano”, cuando para nosotros, los que hemos vivido allí, sólo nos ha dado un poco de respiro. O cuando se habla de la “oposición moderada”… ¡pero yo no he visto ninguna moderación durante estos años de guerra: son ellos los que han bombardeado las zonas donde estaban nuestras iglesias!”.
Hace una referencia al gobierno del Presidente Bachar Al Assad: “Los cristianos se han visto protegidos por el sistema secular del presidente Al Assad. Pero no es una elección política. Sólo se ponen al amparo de algo que al menos no impone la sharía, la ley islámica, que es lo que estos grupos asesinos que han cometido el genocidio de los cristianos hacen”.
Sobre las causas de la guerra dice: “Me da que pensar que pueden ser causas artificiales, es un conflicto artificial”. Y se refiere a algunas de las más comúnmente esgrimidas: “Uno podría pensar en la pobreza o en la desigualdad, pero cuando yo llegué a Siria no los vi. Sí, hay pobreza, pero ello no es razón para crear un conflicto en donde se han perdido tantas vidas humanas y se ha destruido un país. Aunque en todo sistema política hay corrupción, fragilidad, pecado, malas decisiones, extremos… sin embargo, vivía bien el pueblo sirio”.
Y también a otras que no son nunca referidas: “Se reduce el conflicto a causas geopolítico económicas, y las hay, hay muchos intereses. Sin embargo, no se puede dejar la religión a un lado. Por lo tanto cuando analizamos el conflicto y buscamos las soluciones, es necesario buscar en la religión una de sus causas principales”.
Hablan de esa supuesta democracia que según los medios occidentales, reclamaban los sirios: “Insisten en occidente en que el pueblo sirio salió a las calles para pedir democracia. La democracia en el islam es un concepto extraño, porque Dios es poder y autoridad que determina el destino de los hombres, en donde no hay libertad. ¿De qué democracia podemos hablar en un sistema así?”
Nos cuenta algunas cosas sobre uno de los protagonistas de esa supuesta democracia: “El ISIS habla de pagar la “yizia”, un impuesto a aquéllos que están bajo un estado islámico, o bajo un país cuya constitución se basa en la sharía, que es la ley islámica”.
Y también sobre el papel que corresponde a los cristianos y a otras minorías en semejante sistema político: “Ciudadanos de segunda clase. No tenemos derecho los cristianos ni a arreglar nuestras iglesias, y menos aún a construírlas”.
Por último, nos explica cual es la relación que une a los cristianos con los campos de refugiados: “Hay muy pocos cristianos que van a campos de refugiados. Y cuando -como me lo han dicho familias de nuestra propia parroquia-, han tenido que acudir por extrema necesidad a organismos internacionales, muchas veces son rechazados. Vienen a Europa, ¡a un continente cristiano!, y son los que menos derechos tienen. He conversado con familias en Europa, en Estados Unidos y en Canadá, y me hablan de las vejaciones y violencia que sufren en estos sitios donde ellos esperan encontrar ayuda porque lo han perdido todo. Hay algunos que han tenido que volver a Siria, aun cuando en muchas ciudades todo está destruido. La Iglesia es la que muchas veces ha tenido que construir campos de refugiados”.
La entrevista de 35 minutos, la pueden encontrar Vds. completa en el medio Religión en Libertad. Nosotros la hemos resumido en estas líneas para que Vds. al menos, tengan otro punto de vista sobre lo que de verdad está pasando en Siria. Que hagan Vds.mucho bien y que no reciban menos.
©L.A.
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