Más de 10.000 niños filipinos son apátridas y sin derechos, nuevo desafío para la Iglesia filipina

El alto Comisariato ONU para los refugiados estima que en el mundo hay al menos 10 millones de personas sin nacionalidad. Cerca del 40% de los apátridas del mundo viven en el sudeste asiático, de los cuales 7.138 en Filipinas, lo que supone un desafío para la Iglesia en Filipinas que está dispuesto a hacerle frente, señala la agencia AsiaNeews.

Se trata de un inquietante fenómeno global que afecta a miles de niños filipinos, y a ellos la Comisión episcopal para los Migrantes e itinerantes, responsable de organizar la ayuda, dedica una campaña cuyo lema es “Niños apátridas filipinos: un desafío para la Iglesia”.

El número exacto de las personas apátridas es desconocido. El Alto comisariado de las Naciones Unidas para los refugiados, UNHCR, estima que en el mundo haya al menos unos 10 millones. Los apátridas a menudo tienen dificultades en acceder a los derechos fundamentales como la instrucción, la asistencia sanitaria, la ocupación y la libertad de movimiento. La CbcpNews reporta que en el Estado de Sabah, en Malasia, se considera haya 10 mil niños filipinos que no son ciudadanos de ningún Estado. La ley sobre la inmigración de Kuala Lumpur no garantiza el status legal a los hijos de inmigrantes.

Según estudios realizados a partir de 2015, cerca del 40% de los apátridas del mundo -más de 1,4 millones- viven en el Sudeste asiático, de los cuales 7.138 en Filipinas. Los obispos locales comenzaron a celebrar el Domingo nacional de los Migrantes en 1987, para sensibilizar a los católicos y a la sociedad sobre las cuestiones y las preocupaciones relacionadas con la migración filipina en el extranjero. El evento anual no sólo rinde homenaje a los millones de filipinos en tierra extranjera y a sus familias, sino que también subraya el esfuerzo de la Iglesia para ayudarlos.

Según la Organización internacional del trabajo (OIT), hoy los filipinos contribuyen a la fuerza trabajo de cerca de 100 países. En años precedentes, sus sueldos han salvado a Filipinas de la crisis financiera y hasta ahora constituyen una de las mayores fuentes de entrada para la economía nacional. El pasado 15 de febrero, el Banco central de Manila declaró que los envíos en efectivo crecieron del 3,9% sobre una base anual en diciembre, alcanzando la cifra record de 2,8 millones estadounidenses. Por todo 2018, éstos han registrado un crecimiento del 3,1%, alcanzando un total de 28,9 millardos de dólares.