Liberadas las religiosas secuestradas el domingo en Nigeria: «un día memorable» para su congregación

Las cuatro religiosas secuestradas el pasado domingo en Nigeria fueron liberadas el martes, según anunciaron las Hermanas de Jesús Salvador.

Las hermanas Johannes Nwodo, Christabel Echemazu, Liberata Mbamalu y Benita Agu habían sido interceptadas por terroristas armados en una carretera en el estado de Imo cuando se desplazaban para ir a misa.

Han sido dos días de "intensa oración", señalan desde la congregación, que han dado como resultado una liberación "rápida, incondicional y a salvo": "Hoy es un día memorable para nosotras, y queremos compartir esta alegría con todos los hombres y mujeres de buena voluntad que de una forma u otra han contribuido".

Las Hermanas de Jesús Salvador son una congregación reciente, fundada en 1985 por el sacerdote Emmanuel Edeh (n. 1947) y reconocida de derecho diocesano en 2007. Su carisma es la "docilidad" a Jesús Salvador, la imitación de su compasión mediante el cuidado de los enfermos y de quienes sufren, y el servicio a la Iglesia "especialmente allí dona haya más necesidad de una renovación de la fe".

Viven la Adoración Perpetua con el Santísimo presente en todas las casas donde haya un número suficiente de religiosas. Para ellas "es la fuente que fortalece su apostolado activo", que busca también la revitalización de la educación católica de los jóvenes. Son más de 120 hermanas y tienen fundaciones, además de Nigeria, en Alemania, Reino Unido, Italia y la India.

Los sacerdotes, pieza preferida de "caza"

Los secuestros de cristianos en Nigeria se han multiplicado en los últimos años, en particular contra los sacerdotes.

El 11 de julio, la Asociación Nigeriana de Sacerdotes Católicos Diocesanos señaló en un comunicado que "es realmente triste que, en el curso de sus actividades pastorales normales, los sacerdotes se hayan convertido en especies en peligro".

Ese mismo mes, recuerda CNA, el padre John Mark Cheitnum y el padre Denatus Cleopas fueron apresados en la rectoría de la parroquia de Cristo Rey en la localidad de Lere, en el estado de Kaduna, al norte del país. El primero fue liberado, pero el segundo apareció brutalmente asesinado.

Por todo ello, los responsables de la Iglesia han elevado una petición formal al gobierno para que priorice la seguridad de sus miembros.