Hoy el reto del amor es dar gracias por Sor Ana, por su vida, por su entrega

Año del Señor 2015
Lerma, 1 de julio
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 


¡NUEVA MADRE PRIORA!: ¡SOR ANA! 


Ayer vivimos un día eclesial y, por lo tanto, muy especial. Como sabes, sor Carmen ha vuelto a ser elegida madre Federal y, en consecuencia, ha tenido que renunciar al Priorato en nuestra Comunidad. Por ello ayer tuvimos otra vez elecciones de Madre Priora. 


La elección de Madre Priora es un momento en el que sientes muy fuerte la comunión con la Iglesia. Viene a presidir la elección un delegado del obispo. Antes de empezar el proceso, habla con cada una de las monjas. Luego nos reúne a todas y, hablándonos sobre nuestra vida, nos anima a vivir cada día más enamoradas de Cristo y ser el corazón de la Iglesia. Después es la Eucaristía del Espíritu Santo, donde se pide que el Señor nos ilumine para elegir a la Madre Priora que el Señor tiene pensado para gobernar a la comunidad por tres años. Y, seguido, se procede a la votación.


La elección de Madre Priora según nuestras constituciones es totalmente democrática. Primero, el que preside, lee los puntos de la constitución referentes a la elección. Luego se nombra a las vocales para comprobar que están presentes. Seguido se elige a dos escrutadoras que, con la secretaria, harán juramento sobre la Biblia. Y después se procede a las votaciones en que, para que una sea elegida, tiene que salir por mayoría absoluta. 


Impresionante el momento en que te levantas de tu sitio con tu papeleta doblada y la introduces en la urna... Así todas las monjas. Al acabar, se voltea la urna, se vuelca y se cuentan los votos. Y, si el número es correcto, se hace lectura de los votos que cada hermana ha recibido.


Yo nunca he vivido lo que se siente en el momento en el que dicen tu nombre por mayoría, pero te puedo decir que ayer, cuando salió SOR ANA, se nos quedó mirando y se emocionoó. Ella se sentía muy pequeña al ver la misión que el Señor le ponía en sus manos por estos tres años. 


El Presidente le pregunto si aceptaba y ella, tras un silencio, nos dijo: 
-Acepto la voluntad de Dios; sí, acepto. 


Y un aplauso emocionante rompió el silencio.


Luego cantamos un canto de acción de gracias y pasó dándonos un abrazo a cada una. Sentías al Señor en este gran regalo que es la Iglesia, la comunidad, y ahora a Sor Ana como nuestra Madre Priora para este tiempo.


Sor Ana, para que la identifiques, es la cantora, la que canta como los ángeles, es muy buena, es como nuestro Padre Santo Domingo, a todos ama y de todos es amada.


Es una hermana, prudente, muy sensible a las necesidades de todas. A las novicias las quiere muchísimo y juegan con ella. Pero, sobre todo, enamorada de su vocación. 


Hoy el reto del amor es dar gracias por Sor Ana, por su vida, por su entrega, por su generosidad en este servicio, y, por supuesto, pedir por ella para que el Señor la ilumine y nos lleve por caminos de santidad a la comunidad. 


Felicidades Sor Ana y cuenta con nosotros. 


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