El «Pluma» Zapatero presume de haber sermoneado a Benedicto XVI sobre Jesucristo y el matrimonio gay
Zapatero nunca tendrá el Nobel, como Obama, pero al menos ya tiene el "Pluma", el premio del activismo gay en España.
No hay mucha gente, prácticamente nadie, que estos días dé premios al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
Quizá por eso, cuando las asociaciones del homosexualismo político en España decidieron concederle el “Premio Pluma” por los servicios prestados a la ideología homosexualista acudió corriendo y en la penumbra del local se explayó.
Zapatero, así, dijo: “Algún disgusto me costó porque, cada vez me reunía con el Papa la gran parte del tiempo nos lo pasábamos hablando de esta ley” [la de la redefinición del matrimonio].
“Yo volcaba todo mi talante para convencerle de que si alguien había pregonado el derecho a la igualdad ese era Jesucristo y le pedía que recordaran ese mandato", predicó Zapatero al Papa.
"Por el contrario, el presidente Obama casi antes del saludo me felicitó por esta decisión”.
Hay que recordar que Zapatero se encontró 4 veces con Benedicto XVI (en Valencia en el 2006, en el Vaticano y en Barcelona en 2010 y en Madrid en 2011). En ninguna nota de prensa ni comunicado nadie anunció que se hablara del “matrimonio gay” en esos encuentros: la prensa siempre recogía comentarios sobre la situación en Cuba o las hambrunas en el Cuerno de África.
Zapatero, ante la flor y nata del activismo gay en España, se mostró distendido y muy satisfecho, con juegos de palabras no siempre elegantes y su famoso estilo entre cursi y solemne.
“Esta era una cita que nos debíamos, alguna vez teníamos que ver cómo se consumaba este matrimonio. En cada boda gay sentía que me casaba por la emoción y felicidad porque era cambiar el destino de mucha gente”.
En 2004, los socialistas en el gobierno habían anunciado que en 2 años se casarían 100.000 parejas homosexuales. La realidad es que según el INE, de 2005 a 2012, los "matrimonios" homosexuales fueron sólo 25.000 en 7 años (de los que 9.186 fueron enlaces entre lesbianas).
Durante este mismo tiempo, el divorcio creció y la nupcialidad bajó en toda España. Las ayudas a las familias de verdad siguieron siendo las más bajas de toda Europa.
Como señala el portal OcioGay, Zapatero en su discurso reconoció que en cada viaje al exterior había una bandera arcoiris en algún rincón y lamentó no haberla izado en Moncloa el día de la aprobación. Aseguró que España debe un homenaje al movimiento LGTB porque “vuestra libertad y dignidad ha sido palanca de libertad y dignidad para mucha gente, de orgullo de país. Esto sí que es marca España”.
Zapatero aseguró que estuvo “casi una noche entera tratando de convencer a Angela Merkel” (de las bondades de redefinir el matrimonio sin consultar a la ciudadanía) y que “muchos países latinoamericanos me vinieron a preguntar cómo se hacía”.
“Me alegro de haber acertado cuando dije que detrás de nosotros vendrían muchos otros países, pero todavía quedan muchos. Y, como marca España, tenemos una obligación y contad conmigo”, aseguró.
El premio "Pluma" lo concede el principal y más subvencionado de los lobbies de activismo gay en España, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb).
Zapatero declaró sentirse orgulloso de haber cambiado "la vida de miles de personas" y haber convertido España en un país "más decente". "Sabía que era un momento histórico y que a partir de ese momento España iba a ser un país más decente, frente a los que siempre pensaron que esto era una indecencia", ha proclamado entre aplausos.
Además de Zapatero también han sido galardonados con el premio "Pluma" los expresidentes de la Felgtb, Pedro Zerolo, Beatriz Gimeno y Antonio Poveda, así como la eurodiputada lesbiana austríaca Ulrike Lunacek, impulsora de un informe anti-familia aprobado por el Parlamento Europeo, con los asombrosos votos a favor de casi todos los eurodiputados del PP, con la excepción de Vidal-Quadras (hoy candidato de Vox) y Jaime Mayor Oreja. [Repase aquí la importancia del informe Lunacek y los votos españoles]
Los premios “Látigo” (premios negativos) se han otorgado a los presidentes de Rusia, Nigeria y Uganda, países que no aceptan la propaganda del homosexualismo político.
No hay mucha gente, prácticamente nadie, que estos días dé premios al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
Quizá por eso, cuando las asociaciones del homosexualismo político en España decidieron concederle el “Premio Pluma” por los servicios prestados a la ideología homosexualista acudió corriendo y en la penumbra del local se explayó.
Zapatero, así, dijo: “Algún disgusto me costó porque, cada vez me reunía con el Papa la gran parte del tiempo nos lo pasábamos hablando de esta ley” [la de la redefinición del matrimonio].
“Yo volcaba todo mi talante para convencerle de que si alguien había pregonado el derecho a la igualdad ese era Jesucristo y le pedía que recordaran ese mandato", predicó Zapatero al Papa.
"Por el contrario, el presidente Obama casi antes del saludo me felicitó por esta decisión”.
Hay que recordar que Zapatero se encontró 4 veces con Benedicto XVI (en Valencia en el 2006, en el Vaticano y en Barcelona en 2010 y en Madrid en 2011). En ninguna nota de prensa ni comunicado nadie anunció que se hablara del “matrimonio gay” en esos encuentros: la prensa siempre recogía comentarios sobre la situación en Cuba o las hambrunas en el Cuerno de África.
Zapatero, ante la flor y nata del activismo gay en España, se mostró distendido y muy satisfecho, con juegos de palabras no siempre elegantes y su famoso estilo entre cursi y solemne.
“Esta era una cita que nos debíamos, alguna vez teníamos que ver cómo se consumaba este matrimonio. En cada boda gay sentía que me casaba por la emoción y felicidad porque era cambiar el destino de mucha gente”.
En 2004, los socialistas en el gobierno habían anunciado que en 2 años se casarían 100.000 parejas homosexuales. La realidad es que según el INE, de 2005 a 2012, los "matrimonios" homosexuales fueron sólo 25.000 en 7 años (de los que 9.186 fueron enlaces entre lesbianas).
Durante este mismo tiempo, el divorcio creció y la nupcialidad bajó en toda España. Las ayudas a las familias de verdad siguieron siendo las más bajas de toda Europa.
Como señala el portal OcioGay, Zapatero en su discurso reconoció que en cada viaje al exterior había una bandera arcoiris en algún rincón y lamentó no haberla izado en Moncloa el día de la aprobación. Aseguró que España debe un homenaje al movimiento LGTB porque “vuestra libertad y dignidad ha sido palanca de libertad y dignidad para mucha gente, de orgullo de país. Esto sí que es marca España”.
Zapatero aseguró que estuvo “casi una noche entera tratando de convencer a Angela Merkel” (de las bondades de redefinir el matrimonio sin consultar a la ciudadanía) y que “muchos países latinoamericanos me vinieron a preguntar cómo se hacía”.
“Me alegro de haber acertado cuando dije que detrás de nosotros vendrían muchos otros países, pero todavía quedan muchos. Y, como marca España, tenemos una obligación y contad conmigo”, aseguró.
El premio "Pluma" lo concede el principal y más subvencionado de los lobbies de activismo gay en España, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb).
Zapatero declaró sentirse orgulloso de haber cambiado "la vida de miles de personas" y haber convertido España en un país "más decente". "Sabía que era un momento histórico y que a partir de ese momento España iba a ser un país más decente, frente a los que siempre pensaron que esto era una indecencia", ha proclamado entre aplausos.
Además de Zapatero también han sido galardonados con el premio "Pluma" los expresidentes de la Felgtb, Pedro Zerolo, Beatriz Gimeno y Antonio Poveda, así como la eurodiputada lesbiana austríaca Ulrike Lunacek, impulsora de un informe anti-familia aprobado por el Parlamento Europeo, con los asombrosos votos a favor de casi todos los eurodiputados del PP, con la excepción de Vidal-Quadras (hoy candidato de Vox) y Jaime Mayor Oreja. [Repase aquí la importancia del informe Lunacek y los votos españoles]
Los premios “Látigo” (premios negativos) se han otorgado a los presidentes de Rusia, Nigeria y Uganda, países que no aceptan la propaganda del homosexualismo político.
Comentarios